BMW Touring: un proyecto personal de un ingeniero de la marca

BMW Serie 2 Active Tourer, Serie 3 y 5 Touring, Serie 6 Gran Turismo y toda la gama SUV pueden considerarse como los miembros más orientados al uso familiar que hay actualmente en el catálogo de la firma bávara. Lo último es que la firma confirmó hace poco una nueva generación del M3 Touring, para alegría de muchos aficionados. Lo cierto es que desde BMW siempre se han caracterizado por querer ofrecer un comportamiento y carácter deportivo en todos y cada uno de sus modelos, por lo que no es de extrañar que a mediados de los 80, la idea de un vehículo familiar no encajara dentro de los estándares de su gama, por mucho que la competencia como Mercedes, Volkswagen y Audi ya ofreciesen estos formatos.

Max Reisböck era un ingeniero de BMW y orgulloso propietario de un Serie 3 de la generación E30 que él mismo había ayudado a diseñar. Como padre de familia, cuando se iba de vacaciones necesitaba del suficiente espacio para su familia y equipaje, algo que su E30 difícilmente podía llevar a cabo. Pensaba que algo tenía que hacer, sin dar la espalda a su querida BMW, a la que consideraba su casa.

Por ello, se hizo con un ejemplar de segunda mano del modelo y empezó a modificar su carrocería en el taller de un amigo. De esta manera y con los planos ''simplemente en la cabeza'', colocó el pilar C en el extremo posterior del coche, donde terminaba el maletero, y extendió hasta allí el techo, lo que le permitió ganar gran espacio de maletero y habitáculo.

El único problema surgió a la hora de encontrar una luneta trasera que encajase en el nuevo perfil y que fuese homologable. Según afirmó él mismo, durante un partido en el Estadio Olímpico de Múnich se dedicó a medir las lunetas de los coches allí aparcados, hasta que encontró las cotas perfectas en un Volkswagen Passat.

Tras un trabajo seis meses de duración y un presupuesto aproximado de 30.000 marcos alemanes –algo menos de 8.000 euros al cambio actual–, éste les fue presentado a los responsables de la marca, totalmente ajenos al proyecto hasta ese momento. Al finalizar, únicamente dijeron que el vehículo ''no podía abandonar las instalaciones'', para posteriormente confirmar que lo tomarían como base para desarrollar el modelo de producción. Vería la luz tres años más tarde, en 1987, sin apenas diferencias con el prototipo casero.

Para aquel entonces, el bueno de Max se había tenido que hacer por necesidad con los servicios de un Volkswagen, con el dinero que BMW le retribuyó por sus desinteresados servicios. Su labor se vio todavía más recompensada cuando en 1994, BMW le otorgó el último modelo fabricado del E30 Touring. No obstante, lo que más orgullo le confiere es que cada vez que sus sobrinos y nietos ven un BMW Touring por la calle, lo identifican como 'su' coche.