El salto de Sainz: de piloto a líder de equipo y aspirante a campeón

El de McLaren ha dado el salto más difícil que se puede dar en la Fórmula 1: el paso de buen piloto a líder del equipo, algo que quedó claro antes del parón veraniego y que le certificó como aspirante a campeón. Y, sobre todo, ha hecho olvidar a muchos aficionados españoles ese 'desierto' que intuían tras la marcha de Fernando Alonso. El madrileño les ha demostrado que tienen un piloto en el que fijarse y en el que confiar.

Es cierto que muchos ven a Lando Norris o George Russell como posibles futuros campeones. Otros añadirían al repescado para 2020 Esteban Ocon, pero Sainz ha dado un paso espectacular y ha dejado claro que es rápido y, sobre todo, que es un líder del equipo y un trabajador incansable, cualidades heredadas de su padre. Quizás si su carácter fuera más mediático, más extrovertido, se le tendría más en consideración.

Sus 96 puntos de este año no sólo casi duplican a los de su compañero Lando Norris, sino que también le sirven para superar a Pierre Gasly y a Albon, que han hecho media temporada cada uno con un coche de primera, el Red Bull, algo que les daba cierta ventaja, pero al final han sido doblegados por el madrileño.

Pero, sobre todo, esos 96 puntos superan a los sumados por los dos pilotos de Renault o Toro Rosso y eso demuestra que no sólo ha sido el mejor con creces de la segunda división, sino que se ha colocado en fase de ascenso y que ha tenido gran regularidad en sus resultados. No diré que él solo se ha bastado para colocar a McLaren como cuarto equipo de la tabla porque Norris ha 'robado' muchos puntos a sus rivales.

Cuando Carlos Sainz decidió dejar Red Bull por Renault en plena temporada, muchos se llevaron las manos a la cabeza. Deportivamente era un paso atrás, o al menos eso parecía, pero el liberarse de Helmut Marko dejaba la puerta abierta a muchas posibilidades.

Cuando se vio apeado de Renault para dar paso a Daniel Ricciardo y debió recalar en McLaren –aunque ya había trabajado esta posibilidad–, muchos pensaron de nuevo en que volvía a dar un segundo paso atrás. Los de naranja estaban en horas muy bajas y el cambio de Honda a Renault no estaba dando los efectos deseados. Además, era una responsabilidad muy grande el tener que asumir el relevo de alguien como Fernando Alonso.

Lo ha hecho. Ahora ha dejado claras que las palabras que en algunos momentos pronunciaron Franz Tost y Helmut Marko en el sentido que el rendimiento de Carlos estaba a la altura de Max Verstappen –y que muchos tomaron entonces sólo como una declaración políticamente correcta– respondían a una base cierta.

¿Qué le deparará a Carlos el futuro? ¿Llegará a campeón? Difícil es decirlo. Para hacerlo hay que estar en el lugar adecuado y en el momento adecuado. Algunos grandes de la historia no lo han logrado y pese a todo son grandes: Stirling Moss o Chris Amon, por ejemplo.

De momento Carlos ha recalado en McLaren en el momento adecuado y, en cierta forma, en el lugar adecuado porque los papaya están en fase de crecimiento. Durante un par de años Zak Brown ha ido reuniendo las piezas, colocándolas correctamente, forjando cimientos. Ahora con alguien como Andreas Seidl, todo comienza a funcionar y es de esperar que James Key –con el que Carlos ya trabajó en Toro Rosso– acierte con los diseños.

Esto será clave para su futuro, que vemos ligado por mucho tiempo a McLaren, salvo que Lewis Hamilton y Sebastian Vettel decidieran detenerse tras 2020. Entonces, podría haber una auténtica revolución en los asientos de la parrilla… y no cabe duda de que Sainz está en la lista de los tres equipos grandes si este momento sucede.

¿Llegará a campeón? No lo sé. Creo que el trabajo que ha hecho hasta ahora va en ese camino, lo que depende de él y está bajo su control lo lleva hacia allí, pero hay otros detalles que no están en su mano y que son los que deben inclinar de forma definitiva la balanza. Hablaremos de ellos, como dice el propio Carlos, en 2021 ó 2022. Mientras tanto, Carlos seguirá trabajando duro.