El fichaje de Hamilton por Ferrari: ¿un fin o un medio?

Más que el fichaje de un gran piloto, de posiblemente el piloto más carismático y mediático de la categoría, para tener una gran estrella en sus filas a uno se le antoja que es un movimiento más, quizás el más importante, de una gran partida de ajedrez que Ferrari, John Elkann, Benedetto Vigna y Frédéric Vasseur- están jugando para enderezar el rumbo del equipo, es decir, para volverlo a hacer ganador. Un movimiento que pasa por renovar y mejorar el staff técnico.

En esta partida, Lewis sería más un medio que un fin. Es cierto, en el fichaje de Lewis juegan factores muy diversos que dependen exclusivamente del piloto británico. La admiración por Ferrari, por la leyenda de la marca italiana, uno importante. Otro, la negativa, que se dice en Alemania, por parte de Mercedes Benz de otorgar a Lewis un papel de embajador a largo plazo, que cubra algunos años de su vida profesional ‘post F1’. El dinero sigue siendo importante, pero no creo que la ficha de Lewis esté muy por encima de la que le podría otorgar Mercedes. Otros señalan que en Mercedes le querían ofrecer un contrato anual, renovable, mientras que en Ferrari han apostado por el 2+1, lo que llevaría a Lewis a estar en las parrillas en buen equipo hasta 2028, inclusive.

Todo esto me parece importante, pero no suficiente. Lewis tendrá 40 años recién cumplidos cuando aterrice en Maranello; si se queda hasta 2028, se iría del equipo a punto de cumplir los 44… su número. Aunque Fernando Alonso ha demostrado que puede quedarle cuerda para rato, eso es un riesgo que está por ver, sobre todo en un piloto que tiene tanta vida fuera de la F1.

Así que no me extrañaría que el fichaje de Lewis fuera sólo un medio. Una especie de anzuelo para atraer a técnicos de primer nivel procedentes de Mercedes. El nombre de ‘Bono’, su ingeniero de confianza y con el que mantiene una relación de complicidad enviable, está ahí y muchos la dan como salto inevitable.

Que Lewis fiche con un año de antelación no debe sorprender. No es la primera vez que sucede y tampoco será la última. El anuncio no sorprendería tampoco si se tratara de una ampliación de contrato, como hemos visto muchos casos recientemente.

Lo que es más inusual es que se avance. Es como si el fichaje de Lewis fuera un señuelo para conseguir las piezas técnicas que desea Ferrari. Bono, por supuesto, pero también otras piezas como Andre Shovlin. De ahí las prisas de Toto Wolff para asegurarse la fidelidad de los suyos y ‘aislar’ a los que decidan irse. 

Hay un detalle clave. En 2026 cambian drásticamente las reglas, tanto de chasis como de motores. Se parte de cero. Y el 1 de enero de 2025 es la fecha del pistoletazo de salida para poder trabajar en los chasis de 2026. Esto quiere decir que Ferrari necesitaría tener el grueso de las incorporaciones en Maranello con el Nuevo Año, habiendo ya cumplido el periodo de ‘Gardening’, que en algunos casos se anuncia largo.

Ya dije en su día que Elkann ha querido en cierta forma amular a su abuelo, cuando Giovanni Agnelli fichó a Michael Schumacher. Pero el piloto sólo era una parte; con él aterrizaron, entre otros, Ross Brawn y Rory Byrne. El parecido del movimiento se va precisando. También entonces Schumacher -y Brawn- fueron claves para convencer a Rory Byrne de olvidarse de su anunciada retirada de la F1 y volver a coger las riendas técnicas.
Por eso me pregunta si el fichaje de Hamilton es un fin o un medio. Puede que ambas cosas.