¿Coupés de 4 puertas? No es moda, es tendencia

Para mí los 'coupé', es decir, los 'cortados' eran siempre dos puertas. Su esencia era una carrocería 'recortada', sólo dos plazas, aunque luego se transformó en 2+2, siendo las traseras de 'conveniencia', es decir, sólo aptas para críos… o para dejar la chaqueta y el bolso, aunque con el tiempo han ido creciendo en tamaño y habitabilidad. Y no siempre eran necesariamente GT, es decir Gran Turismo; éstos, además, debían ofrecer buenas prestaciones, una cierta deportividad, y un excelente confort.

El crecimiento en tamaño de los coupés llevó consigo un problema. Las plazas posteriores eran de difícil acceso para los adultos; había que contornearse, ser flexible… y sentarse de lado para tener espacio para las rodillas. Lo sé, hice muchos desplazamientos en el asiento trasero de un Porsche 911.

Quizás este hecho y la necesidad de rebajar consumo y emisiones de las grandes berlinas hizo que alguien pensara en el concepto de 'coupé de 4 puertas'. ¿Coupé con acceso mejorado a las plazas posteriores o berlina con la zona posterior muy curvada al estilo coupé para mejorar aerodinámica?

Algunos inconvenientes eran, por ejemplo, su menor altura libre al techo en las plazas posteriores, es decir, la distancia entre asiento y techo más reducida que en las berlinas tradicionales y que podría obligar a sentarse un tanto agazapados a los altos jóvenes de hoy. Por el contrario, también resultan más amplios, con más espacio para piernas atrás y mucho más accesibles. Desde el punto de vista dinámico resultan más grandes, pesados y menos ágiles sobre el papel que coupé convencional.

Quizás yo veía el vaso medio vacío, mientras que los hombres de la industria lo veían medio lleno

A pesar de ello, han tenido éxito. Mejor dicho, lo están teniendo, y hoy son una alternativa más estilosa y glamourosa a los SUV –con un perfil de cliente más joven y 'dinámico'–. En definitiva, modelos más 'serios' y de estatus más asentado. Quizás yo veía el vaso medio vacío, mientras que los hombres de la industria lo veían medio lleno.

Este año, BMW ha presentado su concept M8 Grand Coupé en el Salón de Ginebra, que responde a este estilo y categoría de coches. Ha sido la respuesta al Mercedes AMG GT 4 puertas Coupé, presentado ya en versión definitiva, y al Audi RS7 Sportback, que les precedió y cuya segunda generación ya está disponible en los concesionarios. Obviamente todos ellos tendrán versiones menos potentes y más asequibles, pero los más altos gama no deben alejarse de los 600 caballos.

Los tres fabricantes germanos, que se llevan la parte de león del mercado mundial de automóviles de gran lujo y altas prestaciones, plantan cara así a marcas más exclusivas como Porsche, Aston Martin o Maserati que, con sus Paramera –quizás el futuro Mission E–, el esperado Lagonda o el Quattroporte, van en este sentido.

No obstante, este movimiento no es exclusivo de los segmentos más grandes y lujosos, y modelos similares ya están presentes en tamaños intermedios y marcas de segmento medio. Por todo ello, ya no podemos hablar sólo de una moda, sino de una tendencia que ha llegado para perpetuarse.

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