¿Alonso ya no es el que era o el Aston Martin no es lo que se espera?

Se disfrutó y mucho. Se volvieron a dar saltos encima del sofá y a sonreír los lunes en la vuelta al trabajo. Los haters regresaron a sus cuevas. Debió faltar poco para que en alguna plaza de Oviedo le hiciesen una estatua a los 'zanahorios', ese grupo de mecánicos pelirrojos de Aston Martin a los que se venero tanto y que hoy parecen olvidados.

La 33 no sólo no llegó, sino que además, en cuanto los equipos punteros se pusieron al día, los podios menguaron hasta desaparecer. Pero que nos quiten lo bailado. Por la calle se veían y se siguen viendo, aunque menos, porque algunos esconden sus colores cuando no vienen bien dadas, camisetas verdes de Aston Martin, no rojas de Ferrari o azules de Red Bull. Muchas de estas camisetas verdes con el número 14 a la espalda de niñas y niños que, por supuesto, no tienen edad suficiente para haber disfrutado de aquellos ya lejanos años de éxitos del piloto asturiano.

Como ingenieros de sofá que somos algunos, echamos cuentas rápido. Nos dijimos y autoconvencimos de que si esto se había logrado con un Racing Point repintado, ¿qué no se lograría al año siguiente con un AMR24?

Pero pronto la temporada 2024 nos quitaría aquella ilusión, nos despertó de nuestro sueño. Y es que como escribió Calderón de la Barca: "¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".

Una de las personas de las que más me acuerdo es el Maestro Antonio, un buen amigo. Antonio llegó, vio y venció en el Gran Premio de Europa 2012. Fue su primer y hasta la fecha único Gran Premio que vio en persona. Estoy seguro que todavía sueña con ver repetir algo similar, aunque sea desde el sofá y en su televisor. Incluso algo menos épico seguro que le vale.

El alonsismo de bien anda de nuevo cabizbajo, pero sigue soñando con la 33, aunque quizá con un poco menos de fe, pero sin perderla, eso jamás. Los haters, sabedores que estos andan con la moral algo baja, han vuelto a salir de sus cuevas y a atacar con sus argumentos ya conocidos, repetitivos, añadiendo lo de la edad y dudosa pérdida de hambre e interés del de Oviedo. Los hay también que, como siempre, le echan la culpa al coche. Quizá sean los que más argumento tengan, aunque no sirva del todo como excusa ni razón.

A los que opinan que Fernando Alonso ha perdido el hambre o argumentan que su edad es un hándicap y que está en declive les diré que hace tiempo que vengo repitiendo en este blog que el asturiano obviamente no es un piloto de futuro y que está en el ocaso de su carrera. La edad no perdona, pero no por ello significa que haya perdido el hambre.En esto no me escondo.

Lo siento por aquellos que, siendo niños, soñaron algún día en igualarle sin todavía lograrlo y que siguen soñando con ello. Celebro aquellos que, además de soñar, con ello no sólo le han igualado, sino que además le han superado.

Por supuesto, los hay también quienes se agarran al penúltimo clavo ardiendo con la esperanza que todo cambie y que no es otro que las palabras del piloto asturiano en Barcelona en las que, lejos de esconderse tras excusas baladís y vender esperanza donde no la hay, el sábado en Montmeló dijo que "las dos próximas carreras serán así –Red Bull Ring y Silverstone– y espero que empiece un nuevo Mundial en Hungría". Palabras, por cierto, que aclaró en Austria. No se trataba de un ultimátum al equipo ni que hay que esperar grandes novedades en su monoplaza, solamente espera que el trabajo acabará dando sus resultados y añadió que en Budapest traerán piezas, pero no saben si van a funcionar o si van a ser la solución definitiva, pese a que en el equipo están trabajando sin descanso hasta lograr luchar por posiciones de delante, pero que hasta que llegue ese momento tocará sufrir en pista y animar al equipo porque serán momentos difíciles.

Al parecer, Alonso no promete más que sangre, esfuerzo, lagrimas y sudor, como Churchill.

Pese a que Fernando Alonso no se caracteriza por morderse la lengua y no decir lo que realmente piensa en situaciones como la que viven ahora tanto él como su equipo, cosa que es de agradecer, a veces es demasiado políticamente correcto para mi gusto y eso me chirría. Los que ya peinamos alguna cana en el escaso cabello que nos queda, es leer o escuchar declaraciones como la de Barcelona vengan de quien vengan y automáticamente arquearse nuestra ceja de la incredulidad. Quizá sea que nuestra fe es en estas cosas es más bien escasa, que andamos más que curtidos en atender vendedores de humo que llaman a nuestro timbre y nos hemos vuelto desconfiados. Y es que "el mundo nos ha hecho así" y, como se suele decir, tenemos el culo pelado. Así que se agradece enormemente que tu piloto o equipo favorito no intenten venderte esperanza donde no la hay e intenten aclarar sus palabras.

A pesar de esto, quien desee agarrarse a ese clavo ardiendo es libre de hacerlo. Luego no nos rasguemos las vestiduras al grito de ¡Mike Krack dijo esto!, ¡Fernando dijo aquello!, acusándoles de mentir o incumplir sus promesas, como si algo nos debieran o hubiesen dado la rueda de prensa tras jurar con una mano en alto y la otra sobre el libro de 'Cómo Hacer un Coche' de Adrian Newey.

 ¿Cuántas veces hemos escuchado o leído declaraciones similares por parte de pilotos o equipos que han quedado en nada? ¿O caído en el simple acto de visitar un enlace con un llamativo titular basado en dichas declaraciones y que solo tiene como objetivo aumentar las visitas a una web?

No es que mientan. ¡Sólo nos dicen lo que queremos oír! ¿A quién no se le hincha el pecho de esperanza cuando escucha de su equipo o piloto favorito que llegarán mejoras y volverán a estar ahí delante? Quizá únicamente a incrédulos crónicos como un servidor.

Cada cual es libre de informarse como quiera, pero siempre será mejor contrastar y, de poder ser, acudir a la fuente original e interpretar cada palabra por uno mismo que dejar que otro las interprete por ti. Al final todo depende del color del cristal con que se mira, ¿no?

Pero más allá de declaraciones y titulares llamativos, hay cosas en el deporte de motor que siguen siendo verdades casi indiscutibles, pese a que tal vez no sean leyes fundamentales de la física. Dudo si serán de utilidad, pero debería bastar para huir a tiempo de aquellos como los que la temporada pasada nos vendían que la 33 era posible y que son los mismos que ahora nos venden que Alonso está en declive, cuando por estas fechas hace un año admiraban su estado de forma y hambre por ganar pese a su edad y no tener ya nada que demostrar:

Un buen piloto sin un buen coche y un buen equipo detrás, no necesariamente superior al resto, no es capaz de lograr por sí solo casi nada. Por otro lado, es un poco más fácil quizá, que un piloto mediocre logre algo con un buen coche y un buen equipo detrás, aunque suele ocurrir que este sea incapaz de sacarle máximo rendimiento a ambos.

Pongan ustedes los ejemplos de piloto que quieran para cada uno de los casos.

Un saludo.

Javi C.