La dicotomía de los campeonatos femeninos y el futuro de las pilotos

La FIA creó la Comisión de Mujeres en el Deporte Automovilístico en 2009. Desde ese momento, esta comisión trabaja para promover la participación de mujeres en cualquier ámbito del deporte y desarrollar programas en su apoyo, tal y como se acordó en su fundación. El principal proyecto hasta ahora es, sin duda, la creación de una categoría exclusivamente femenina, las W Series. Pero también destacan otras iniciativas como ‘Girls on Track’, un programa de cuatro años, en colaboración con Ferrari, que da la oportunidad a niñas de desarrollarse como pilotos en la Ferrari Driver Academy y disputar una temporada en la Fórmula 4. 

Pero desde su creación, las W Series no han estado exentas de polémica. Por un lado, por ser la primera categoría femenina en un deporte mixto, donde en teoría no deben existir distinciones de género como sí ocurre en otros deportes. Pero la verdadera dicotomía de este Campeonato es su objetivo. 

Las W Series, según sus propios estatutos, es un Campeonato de entrada gratuita que brinda igualdad de oportunidades para las mujeres y elimina las barreras financieras. 

Asimismo, entre sus propósitos destaca “construir la serie deportiva femenina más popular e inclusiva del mundo que inspire y empodere a las mujeres para ser parte del automovilismo en igualdad de condiciones con los hombres”, así como “ver mujeres compitiendo en todo el mundo en los niveles superiores del automovilismo, incluso en Fórmula 1”. Y, por último, busca que “se acepte que los pilotos de carreras femeninos y masculinos pueden competir entre sí en igualdad de condiciones, cuando se les brindan las mismas oportunidades”. 

No cabe duda de que, desde su creación, han ayudado de forma notoria a las pilotos. La catalana Belén García, por ejemplo, asegura que hasta que surgió este Campeonato, ella no se había planteado competir en monoplazas porque lo veía un objetivo fuera de su alcance y ahora ya lleva tres temporadas compitiendo en esta modalidad. Por su lado, para Marta García, las W Series supusieron la posibilidad de volver a competir en monoplazas, después de no poder hacerlo en 2018 por falta de sponsors y equipo. 

¿QUÉ HAY DESPUÉS DE LOS CAMPEONATOS FEMENINOS?

Pero ¿qué hay después de las W Series? Tal y como está planteado, es una competición trampolín, que debe servir para dar la oportunidad a más mujeres para correr y darse a conocer con el objetivo de dar el salto a otros campeonatos de más nivel, ya que, a fin de cuentas, las W Series son una copa mono marca de coches de Fórmula 3. Y esta función de trampolín las pilotos la tienen en mente. 

“Es una oportunidad para correr, para demostrar lo que puedes hacer y para luego tener la posibilidad de que una marca te vea, te fiche o puedas saltar a otra categoría con el dinero que te dan”, ha explicado Marta García.

“Como promoción, un campeonato exclusivamente femenino está bien, pero no debe ser el objetivo. Creo que esto tiene que servir como una herramienta para que suban más mujeres y que cojan más experiencia para poder llegar a otros campeonatos”, ha añadido Belén García. 

En la actualidad, tras tres temporadas disputadas, este objetivo está en entredicho. En 2019, 2021 y 2022, la ganadora ha sido Jamie Chadwick. Como vencedora, la competición le otorga 500.000 euros para continuar desarrollando su carrera profesional. Además, a las ocho primeras clasificadas se les conceden puntos para la Superlicencia. 

Cabe destacar que la competición no pudo terminar la temporada 2022 por problemas económicos y, aunque la intención de la organización es celebrar la temporada 2023, por el momento no se ha manifestado al respecto. 

Belén García, Jamie Chadwick y Nerea Martí en el podio de Paul Ricard.

Chadwick ha sido la clara dominadora de todas las temporadas disputadas, pero no ha conseguido dar el salto a categorías superiores, por ejemplo, a la Fórmula 3, un paso más en el camino hacia la Fórmula 1. Eso sí, este 2023 viajará a Estados Unidos y disputará la Indy NXT —anteriormente llamada Indy Lights y antesala de la IndyCar— junto al equipo Andretti. 

Pero Chadwick es la única de las participantes de las W Series que tiene asegurada una temporada en monoplazas. Por ello, tras tres campañas, la finalidad de ser un trampolín y promocionar las trayectorias de las pilotos se está cuestionando. Igualmente, de seguir así, se puede convertir en una categoría objetivo para las mujeres, lo que iría —en parte— contra la propia esencia del deporte. 

Asimismo, la Fórmula 1 ha lanzado su propia categoría femenina: la F1 Academy. Un Campeonato de formación, que en teoría debe convivir con las W Series, que contará con 15 pilotos de cinco equipos diferentes. A diferencia de las W Series, las pilotos serán becadas con 150.000 euros y ellas deberán aportar el resto del dinero. Según la organización, está pensado como una categoría que fomente la llegada de mujeres al resto de escalones —Fórmula 3 y Fórmula 2— antes de llegar a Fórmula 1. 

Lo que supone el mismo planteamiento que las W Series: una categoría exclusivamente femenina que sirva como trampolín en un deporte mixto. Personas que conocen bien el mundo del automovilismo, consideran que para que estos campeonatos sean fructíferos de verdad es recomendable cambiar su funcionamiento y que realmente sirvan de promoción. Roberto Merhi, por ejemplo, apostaría por cambiar el premio de la ganadora. 

“Las W Series me parecen un Campeonato muy bueno. Por un lado, creo que es el camino a seguir, les da la oportunidad de competir en igualdad de condiciones, además, les da mucha publicidad mediática, pueden correr en circuitos de Fórmula 1 y seguir creciendo como pilotos. Pero, por otra parte, falta que sea más trampolín para dar el salto a otras competiciones: quizás más que darles dinero, se les debería dar una oportunidad, un asiento, que quien ganase o las tres primeras saltaran a la Fórmula 3”, ha valorado el piloto.

TRABAJO CONSTANTE PARA CAMBIAR LA SITUACIÓN

Como demuestra la creación de ambos campeonatos, los intentos y esfuerzos para cambiar la posición de la mujer en el automovilismo no cesan. Por ejemplo, en España, la RFEDA también ha creado un organismo dedicado a las mujeres, equivalente al de la FIA. “La Comisión Mujer y Motor, respaldada por la Federación y el Consejo Superior de Deportes, tiene el objetivo de potenciar la práctica deportiva entre las mujeres”, explica María Lanzón, la presidenta de dicha comisión.

“Los resultados se ven y son muy positivos, pero es necesario seguir desarrollando programas de promoción y de motivación enfocados a la mujer para que la evolución siga esta línea ascendente”, ha indicado María Lanzón. 

Gran Premio de Miami W Series 2022.

Tal y como está la posición de las mujeres en el automovilismo en la actualidad, el problema radica de la base, puesto que el porcentaje de niñas que empieza en el karting es muy pequeño, por lo que todos estos programas deben poner ahí su foco.

A fin de cuentas, el automovilismo, como cualquier otro deporte, es una afición. Los niños que empiezan a practicar un deporte lo hacen como hobby. Así pues, “es necesario bajar hasta el entorno familiar para identificar si las oportunidades para formar parte de un deporte como el automovilismo son las mimas para las niñas que para los niños”, ha apunta María Lanzón. 

“Hay que apostar por la eliminación de barreras desde el ámbito doméstico, en el seno de las familias, para que esas niñas tengan interés por el automovilismo, que cuenten con el apoyo de su entorno, rompiendo con el estereotipo de “esta profesión es para hombres”, que tanto se ha escuchado en generaciones anteriores”, ha añadido al respecto.

LA IMPORTANCIA DE TENER REFERENTES

Y para que esas barreras se eliminen de forma permanente es necesario demostrar que las mujeres pueden llegar a la Fórmula 1, pues hoy en día, cuando les preguntas a tres de las mejores pilotos españolas del momento, ninguna tiene como ídolo a una mujer. Sus principales referentes son todo hombres, porque todos los asientos que ellas sueñan con ocupar en un futuro pertenecen y siempre han pertenecido a ellos.

Tener una referencia femenina de la cual seguir sus pasos y fijarse en cómo se ha abierto hueco en un mundo mayoritariamente de hombres sería muy beneficioso para todas aquellas que empiezan. “Es verdad que si hubiera habido más mujeres puedes fijarte en lo que han hecho bien y lo que han hecho mal, quizás en el tema sponsors habría sido útil porque nuestras estrategias son diferentes a las de los pilotos”, ha relatado Marta García. 

Además, visibilizar los logros de las mujeres que poco a poco triunfan en el automovilismo es una forma de inspiración y motivación para las generaciones futuras. Ejemplo de ello es la propia Marta García. Aunque son de la misma generación, ella habitualmente ha competido en categorías superiores que Belén García y Nerea Martí, y como estas dos reconocen, siempre la han tenido como referencia. “La veía y pensaba “pues a lo mejor yo también puedo llegar allí”, ha afirma Belén García.

Cabe destacar que, aunque ninguna mujer haya llegado todavía a disputar una temporada completa en Fórmula 1, sí que están y han estado presentes en otras categorías o disciplinas del automovilismo. “De pequeña me fijaba en Danica Patrick que corría en la NASCAR. Y siempre está María De Villota que compitió en diferentes categorías… Llegó a pilotar un Fórmula 1 y encima es española, así que sí que he tenido algún referente, pero es verdad que no en la propia Fórmula 1, que es mi objetivo”, ha reflexionado Marta García.

Al igual que la meta de la piloto valenciana, el objetivo de la gran mayoría de los que empiezan en el karting es llegar al ‘Gran Circo’, pero hay muchas otras categorías donde competir y donde las mujeres ya han demostrado que también pueden ir rápido. Este es el caso de Tatiana Calderón, quien ha debutado en 2022 en la IndyCar. O, aunque no sea en velocidad, Laia Sanz y Cristina Gutiérrez se han abierto un lugar con paso firme en el mítico Rally Dakar y en otros campeonatos de rally, de hecho, Gutiérrez se ha proclamado campeona de Extreme E. 

También están consiguiendo resultados fuera de los monoplazas Nerea Martí y Belén García. Martí ha sido campeona de España de Resistencia de Turismos con BMW, mientras que García también se ha adentrado en el mundo de la resistencia: ha conseguido la victoria en las 4 Horas de Le Castellet y disputará en 2023 las Asian Le Mans Series. 

Nerea Martí en el Circuit de Barcelona-Catalunya.

Poco a poco la presencia de mujeres en el motor es más notoria y como han demostrado, son capaces de vencer en categorías mixtas, aunque claramente aún no es suficiente. Aún queda un largo camino por recorrer para demostrar que las mujeres también pueden triunfar en el automovilismo, y particularmente en Fórmula 1, pero está claro que los cimientos para que eso ocurra ya están puestos. 

Todas las iniciativas que se han llevado a cabo en los últimos años han demostrado el interés de las mujeres por el deporte y, sin duda, las oportunidades para competir y la visibilidad que ofrecen a las pilotos han contribuido a mejorar su posicionamiento. Además, servirán de inspiración para generaciones futuras. 

Ojalá en unos años las niñas que empiecen en el karting tengan como referentes a pilotos de Fórmula 1 como Nerea Martí, Marta García y Belén García, ya que significará que todo el esfuerzo de estos años ha cumplido su objetivo y el automovilismo, ahora sí, será un deporte completamente mixto. Mientras tanto, hay que seguir trabajando en ello.