GP DE ITALIA 2017, PUNTO DE INFLEXIÓN

Carlos Sainz y Renault: de nuevo pendientes de la carambola

31/08/2017 13:19

A las puertas del Gran Premio de Italia 2017, la única certeza de Carlos Sainz es que está en su mejor campaña como piloto de Fórmula 1 y que tiene un contrato en vigor con Red Bull, cuya opción de renovación anual fue ejercida antes que nunca por la compañía de bebidas energéticas. A partir de ahí, también sabe que ciertamente Renault quiere contar con sus servicios en 2018 y él está dispuesto a dar el salto para convertirse en piloto oficial de una marca.

Son ambas certezas interesantes y jugosas para él… lástima que una bloquea a la otra. En estos momentos, cuando afrontamos el Gran Premio más tenso del año en el panorama informativo, Carlos necesita una carambola para dar un paso más en su carrera deportiva. Lo bueno es que tampoco es la primera vez en su trayectoria y que, de producirse, llegará pronto.

 

OTRA VEZ ALONSO

El debut de Carlos Sainz a la Fórmula 1 estuvo condicionado mayormente por su arrasador triunfo en las World Series by Renault 3.5 en 2014, pero también por las circunstancias a su alrededor. Precisamente su compatriota Fernando Alonso fue el que inició el baile: el bicampeón asturiano confirmó su salida del equipo Ferrari y Sebastian Vettel ocupó su lugar en la Scuderia, lo cual generó a su vez una vacante en el equipo Red Bull que llenó Daniil Kvyat. El hueco que el ruso ocupaba entonces en Toro Rosso cayó en manos de Max Verstappen y la estructura de Faenza decidió que a su lado tenía que haber otro debutante muy joven y prometedor, con lo que defenestró a Jean-Éric Vergne en pro de Carlos.

Entonces, el efecto dominó funcionó. Hoy, la parafernalia es incluso más complicada: todo empieza con la ruptura entre McLaren y Honda, que permitiría a los de Woking mantener en su filas a… Fernando Alonso. Entre los otros tres motoristas posibles, el que está más cerca de alcanzar un trato con McLaren es claramente Renault; eso sí, la casa del rombo necesita 'librarse' de uno de sus actuales equipos para echar adelante con el trato sin necesidad de invertir en nuevas infraestructuras o equipo, y McLaren necesita mantener a Honda en la Fórmula 1 para facilitar la rescisión de su contrato y que los nipones no se queden fuera del Gran Circo tras cuatro años de millonarias inversiones. 

En ayuda de ambos puede acudir la Fórmula 1, que tampoco quiere perder a Honda, uno de los cuatro constructores que apuestan por estar en la parrilla en una época de éxodo hacia la baratísima y marketiniana Fórmula E. Por eso, y según contaba ayer Raymond Blancafort en estas mismas páginas, la Fórmula 1 está dispuesta a moderar el canon sobre el Gran Premio de Austria a cambio de que Red Bull acepte que Honda motorice a Toro Rosso la próxima temporada. De este modo, Renault perdería un equipo, y lo equilibraría con la llegada de McLaren; Toro Rosso –en medio de una posible operación de venta parcial al grupo indonesio Jagonya Ayam– dispondría de motores más baratos y cajas de cambio McLaren, y Honda no se marcharía de la Fórmula 1. Es más, Red Bull estaría más cerca de un posible salto a los motores nipones si Renault no da con la tecla. Muchos condicionales, pero ningún imposible.