¡Hasta aquí hemos llegado, Honda!

28/08/2017 17:55

Todo ello se produjo en un contexto un tanto extraño. Llegó tras el 'despiste de orientación' del programa de gestión electrónica del motor Honda en la clasificación que le pudo costar quizás el pase a la Q3, y en un momento de tremenda decepción que Alonso arrastraba desde unas vueltas antes –quizá desde mucho antes–.

"¡Esto es una vergüenza!". "No me digáis nada más por radio". Fueron dos frases contundentes que sonaron en los oídos de todos y que una vez más llamaron la atención. Es cierto que, vía radio, no es nuevo encontrar críticas de Alonso sin pelos en la lengua ante la falta de competitividad de su motor, pero éstas han llamado más la atención porque el ritmo de Alonso era estable, en 1'52'' bajo y sin alerta alguna hasta el giro anterior al abandono. Me sorprende el abandono, además, por cuanto se había dado a entender claramente que en Monza iba a penalizar para estrenar motor evolucionado. En otras palabras, que se rompiera éste en Spa importaría bastante poco.

Y todo ello cuando el asturiano, al llegar a Spa, admitió que no sabía qué es lo que están haciendo los japoneses ni qué planes tenían, en contra de lo que tradicionalmente es su hábito. Es como si estuviera diciendo 'no lo sé… ni espero saberlo', como si admitiera que ha perdido la fe en Honda.

Da la impresión de que el asturiano envió en Spa un mensaje bien claro: "¡Hasta aquí he llegado!". No es de recibo ya para él pensar que tiene uno de los mejores chasis de la parrilla pero que no logra sacarle partido ni defenderse porque en las rectas le pasan por encima. Toda una evidencia incuestionable, casi una verdad de Perogrullo.

El mensaje no iba dirigido a McLaren, sino a Honda. Lo que el asturiano deje entrever es que en 2018 no estará con Honda. Que quiere seguir con McLaren, pero que para ello es necesario que se 'divorcie' de Honda. Y McLaren ya ha dado a entender que, entre el asturiano y el motor japonés, prefiere quedarse con Fernando.

Un divorcio no es fácil. Honda desea quedarse en F1, no quiere irse –por segunda vez en menos de una década– con el rabo entre las piernas. Y tampoco encuentra otro equipo que le quiera, ni siquiera Sauber o Toro Rosso, así que intentará hacer valer el contrato que tiene con McLaren y exigir cuanto menos una indemnización millonaria.

Para McLaren, lo ideal sería que Honda renunciara… lo que además les financiaría la transición. Algunos medios hablan de que si los japoneses deciden marcharse, deberían pagar unos 200 millones de euros a los de Woking. Y es que, de tener motores gratis y una inyección financiera que algunos cifran en 100 millones de dólares anuales, a tener que vivir sin esta financiación y además pagar los motores media un abismo.

Pero, además, esa renuncia implicaría a McLaren la búsqueda de un motor. No parece que Ferrari o Mercedes estén dispuestas a dárselo. Y Renault, aunque no ha dicho un ‘no’ taxativo, sabe que ofrecer un motor a McLaren sería ir contra los intereses de su principal cliente, Red Bull, y contra los de su propio equipo.

Alonso parece tener claro lo que quiere. "Me decidiré por el mejor paquete, no por el mejor motor", ha señalado el asturiano y publicamos en esta misma página web. Y también que mirará las opciones que tiene fuera.

Un 'pack' que está compuesto por una serie de elementos. El valor final del mismo se obtiene multiplicando el valor de cada uno de ellos. Normalmente se habla de suma de factores, pero yo creo que eso no es cierto, que es un error: se trata de un producto de factores. Si uno de ellos es 'cero', el conjunto es cero por más que los restantes factores sean dieces, o cuanto menos de suspenso si en lugar de simple multiplicación lo fiamos todo a un algoritmo más o menos sofisticado.

Iré más allá. Sin asiento en Mercedes y Ferrari, Alonso sabe que la batalla por el tercer título es más que complicada, incluso con los motores que le pudieran suministrar éstos, hipotéticamente. Pero por lo menos le abriría la puerta de algunos resultados puntuales, de estar siempre en los puntos y pisar podios. Y dejar de ver las carreras desde atrás y, algunas veces, desde la grada.

Entretanto, los responsables de la F1 buscan una salida airosa para Honda. No quieren perder una marca. No están para perder un motorista visto que los constructores automovilísticos prefieren ‘emigrar’ a la Fórmula E. Es el cuarto actor en esta complicada ecuación.

Pero a mí me parece claro que Alonso, salvo que haya un milagro antes de final de temporada, ha dicho claramente: "¡Hasta aquí he llegado!" –con Honda, se entiende–.