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Fue una carrera de Bélgica algo extraña. Quitando la incontestable victoria de Hamilton, poco más ha sido normal. Y quizá lo más preocupante esutvo al final, con el reventón de Vettel. 

Se acabaron las vacaciones de verano -para los que las disfrutaban- y volvemos de la mejor manera posible, volvemos a Spa. Quizá lo más parecido al mítico Nordschleife que podemos encontrar en la Fórmula 1, es mucho más que eso, tiene carácter propio.

En este parón veraniego que tan largo y aburrido suele ser me he decidido a rescatar un trabajillo que realicé hace algún tiempo. La seguridad es algo vital en la F1, y si echamos la vista atrás, la cabeza suele ser la parte más afectada, aun teniendo unos cascos cada vez más impenetrables.

Carrera totalmente loca la que hemos vivido en Hungría, un señor carrerón. Genial de ver pero horrible de analizar. Realmente las estrategias totalmente distintas nos traen resultados muy dispares, pero más o menos vemos una tendencia.

Tras unas carreras algo sosas, la carrera de Silverstone ha sido realmente entretenida. Desde el principio, con una fulgurante salida de los Williams, hasta el final con lluvia. De primeras diremos que Williams han sido la sorpresa este fin de semana, tanto para lo bueno como para lo menos bueno.

Estamos en Silverstone, una de las cunas del automovilismo. Un circuito de curva rápida que requiere toda la carga aerodinámica disponible. Así que aprovechando los test de la semana pasada en Austria, los equipos trajeron novedades. Y la más rara -aparte del Williams- fue el morro de Force India. Así que vamos a ver si podemos concretar por qué es legal esta solución tan radical.

Terminada la carrera, de nuevo nos encontramos con una carrera algo aburrida. Decir que la gente echa la culpa a las Pirelli, pero voy a salir en su defensa. También se les ha echado la culpa del accidente de Kimi y Fernando, pues decían que estaban excesivamente frías.

Bueno, pues pasamos el charco y nos plantamos en Canadá, uno de mis circuitos favoritos. Antes de nada disculparme por la ausencia del repaso al Gran Premio de Mónaco. Los exámenes no perdonan y uno hace lo que puede, pero volvemos a la carga. Os estoy preparando en compensación un par de sorpresillas, de las cuales una saldrá con mucha probabilidad en el parón veraniego. ¡Permaneced atentos!

Llegamos a Mónaco, al circuito más estrecho y ratonero del Mundial. Un circuito de otra época, desfasado y extremadamente lento. Tan lento que se tienen que adaptar direcciones y geometrías de suspensión para algunas curvas solo para este circuito. Pero qué encanto tiene.

Acabó la quinta carrera del año con la victoria aplastante –y necesitada- de Nico Rosberg. Y es que la primera conclusión que podemos sacar es que Mercedes está muy fuerte. Menuda conclusión, diréis. Pues sí, es que están aún más fuertes respecto a los demás.

Bueno, pues ya estamos de nuevo aquí. La F1 vuelve tras dos fines de semana casi vacíos para nuestra sed de velocidad, que en parte saciamos con un WEC cada vez más interesante, pero eso es harina de otro costal.

Bueno, pues ha estado reñido, aunque no tanto como pensábamos en un primer momento. Ferrari ha encontrado su ritmo de carrera y parece que Mercedes teme por ello. Hasta ahora parecía que los alemanes se guardaban algo en la manga, pero en esta carrera no ha estado tan claro.