La consecución de un coche eléctrico útil, fiable y asequible es el objetivo final actual de cualquier marca de coches generalista. El 'target' anunciado por muchas de estas marcas en este sentido se encuentra alrededor de los 20.000 euros, pero hay una barrera a día de hoy en el límite de los 30.000 que es muy difícil de rebasar sin renunciar a los beneficios que cualquier empresa busca y necesita para ser rentable.

Muchos defensores y marcas de automóviles depositan su entera confianza en la proliferación de los eléctricos y la democratización de las baterías de estado sólido. Actualmente es una tecnología en desarrollo con varios frentes todavía abiertos. Algunos fabricantes abogan por su llegada antes de finalizar la década, aunque  expertos no creen que esto suceda hasta más allá de 2030.

Tarde o temprano, todos estos iconos del motor japoneses llamados NSX o GTR deberán reinventarse para adaptarse a la nueva etapa eléctrica que se va a implantar. Algunos de ellos todavía tardarán en aparecer, pero otros ya han confirmado que llegarán en una nueva generación que adoptará 100% la electrificación.

Analizamos las razones por las que Portugal cuenta con un indicador global de electromovilidad que es el doble del que ha conseguido España en los últimos meses. Las ventajas fiscales del país luso y una mayor cantidad de puntos de recarga, también más baratos, para coches eléctricos, son las principales claves a la hora de tener en cuenta esta gran diferencia entre ambos.

Una incidencia sobre los futuros coches eléctricos y autónomos de la que ya se han dado cuenta los fabricantes es que las inercias y movimientos generados por éstos en relación al conductor y ocupantes harán más propensa la aparición de los mareos. Honda ya trabaja en un sistema de software para sus coches eléctricos de cara a atajarlo, y que tendrá su repercusión en su manera de responder al acelerador.

Se pueden escuchar a todas horas las voces que claman sobre el advenimiento de la batería y el coche eléctrico perfectos, con gran autonomía, seguridad, potencia de carga y sobre todo precios asequibles para el público general. Pero hay que caminar paso a paso, descubriendo en el camino a nuevas tecnologías que permitan recorrer con tranquilidad el camino a la electrificación. Las baterías de iones de sodio tienen cualidades que las hacen ciertamente suculentas para pequeños urbanitas, algo que podría ser una solución a corto o medio plazo para la descontaminación de las grandes metrópolis.

Los cables HV o de alta tensión están presentes en muchos dispositivos electrónicos pero en el caso de los coches eléctricos e híbridos destacan por sus dimensiones y porque los puedes encontrar bajo el capó. Los vehículos actuales son muy seguros pero el riesgo de sufrir una descarga si los manipulas es real.