Los coches eléctricos chinos siguen bajando de precio ante la mirada atónita de Europa

Muchos todavía se preguntan cómo es posible que el precio de los coches eléctricos chinos sea tan bajo. Y no sólo en el país asiático sino que es evidente que también lo son incluso después de incluir las tasas para venderlos en Europa, Estados Unidos u otros países.

Según el informe de Jato Dynamics, el precio medio de un automóvil eléctrico en China es de 31.165 euros. Contrasta esta cifra con los 66.864 euros que de media hay que pagar por un coche en Europa, o los 68.023 euros de Estados Unidos.

Estamos hablando de una diferencia de precio superior al 50%. Por tanto, no es de extrañar que estén copando muchos de los ranking de ventas fuera de su mercado local y que haya superado a Japón como país exportador, un mérito que los nipones han renovado año tras año antes de la oleada China.

La brecha es evidente, y a los fabricantes europeos, entre otros, les preocupa que, incluso después de pagar las tasas de importación a Europa, los fabricantes chinos siguen manteniendo unos precios que se consideran en el sector por debajo del precio de mercado real. 

La situación incluso ha dado lugar a que desde Bruselas se inicio una investigación por posible competencia desleal, lo que estaría dando lugar a precios artificiales, en un intento de lo que sería romper el mercado.

Si bien es cierto que la estrategia del gobierno chino ha sido incentivar la industria con 57.000 millones de dólares entre 2016 y 2022, a la vez que se permiten importantes exenciones fiscales para los compradores. Esto, fuera del país se ha tomado como una inyección desmesurada, que estaría permitiendo unos precios tan bajos.

También hay que tener en cuenta que las condiciones laborales son mucho peores en China, donde el salario mínimo por hora es ocho veces inferior a la media europea.

Como sea, lo que está claro es que en China han puestos 'patas arriba' el sector y lo van a seguir haciendo, al menos hasta que la investigación de la Unión Europa llegue a su fin y se apliquen posibles medidas al respecto. Pero eso no llegará hasta al menos un año.

En el informe de Jato, se refleja cómo en 2015 el coste medio de los coches eléctricos disponibles en China era un 37% mayor que en nuestro continente y un 26% más alto que en el mercado norteamericano. Ocho años después, la situación es totalmente distinta.

Y no sólo eso, sino que en China ya se pueden permitir el lujo de vender automóviles eléctricos a un precio por debajo de lo que cuestan los que utilizan el motor de combustión. Un 8% más barato si comparamos el vehículo 'cero emisiones' más económico con su homólogo con mecánica de gasolina.

En Europa y Estados Unidos, la diferencia entre el coche eléctrico de gasolina más barato y el automóvil eléctrico más asequible es del 92 y del 146%, respectivamente. 

Tan fuerte es la competencia que llega desde el país asiático, que hay países como Israel, Rusia o Tailandia en los que los vehículos chinos se llevan la mayor parte de la cuota de mercado, llegando al 91% en Rusia.

El éxito de los fabricantes chinos no sólo tiene que ver con el precio, puesto que ya ofrecen productos con una potencia y una calidad que están convenciendo fuera de su país de origen. Ocurre con marcas como BYD o MG en España.

Otra de las razones por las que se están llevando un importante parte del pastel, es que ofrecen modelos de todos los segmentos, por lo que pueden satisfacer las necesidades de cualquier cliente. Esto choca con la estrategia de Europa y Estados Unidos, pues la oferta por debajo de los 40.000 euros es tan sólo de 23 y del 18%, mientras que los coches chinos 'baratos' representan el 77%.