CAMBIOS EN LA F1

Williams, abocada a aceptar el rol de 'equipo B'

13/08/2018 08:20

Claire Williams, con el apoyo de su padre Frank Williams, parece a punto de tomar una seria y crucial decisión. El equipo Williams abandonará su condición de 'independiente' y aceptará un rol muy cercano al de un equipo B de Mercedes, aunque hubieran preferido encontrar un gran fabricante 'partner' pero no se vislumbra ninguno en el horizonte.

Paddy Lowe, el director técnico, ha sido claro al hablar. "Pensaba que podríamos conseguir mantener la independencia. Pero tenemos los ojos abiertos, vemos lo que pasa a nuestro alrededor. La F1 está cambiando. Muchos de nuestros rivales no sólo compran el motor sino también el cambio. Nosotros todavía fabricamos el nuestro, pero debemos escoger la mejor solución para el equipo".

En Williams son conscientes de que el ser un equipo B prácticamente los condena a luchar como mucho por ser el cuarto o quinto equipo de la parrilla, "algo que somos capaces de hacer por nosotros mismos". Pero para aspirar a más hay que tener un motorista partner. 

En su día Frank Williams se vanaglorió de dos cosas. "Los pilotos quieren correr con nosotros no por dinero sino porque les ofrecemos coches ganadores" fue una de sus frases, lo que le llevó a perder algún campeón con el título en el bolsillo, pero también hizo excepciones cuando fichó, por ejemplo, a Senna. Y la otra, el no gastar más de lo que se tiene; lo dijo cuando afirmó que la mejor cualidad de su socio y director técnico Patrick Head era "ceñirse al presupuesto".

Pero para 2019 el panorama económico es sombrío. Martini no sigue. Stroll y su generosa contribución, tampoco. Son últimos en la clasificación de constructores con lo que recibirán menos dinero que cualquiera de sus rivales. Y a la postre, será menos dinero del que hubieran recibido en otra temporada, porque los ingresos de la F1 están siendo menores.

Claire cree que "nuestra supervivencia no está en entredicho" y se reafirma en que los ingenieros del equipo "no gastan más de lo que tienen". 

Sir Frank sabe lo que son esos momentos duros de travesía del desierto. Por eso les dice a sus próximos que no se preocupen porque "algo esta por llegar"… aunque nadie tenga muy claro qué.

Seguramente recuerda el pasado. Fueron pilotos de pago los que le permitieron montar el equipo. Piers Courage, que corría para él en F2, le pidió que gestionase su F1. Después fueron acuerdos con constructores minoritarios de deportivos de lujo –De Tomasso e Iso– o la aventura de un fabricante de coches de miniatura, Politoys, con un Marc modificado, los que le permitieron seguir con medios precarios.

De aquella época se decía que Williams aprovechaba los juegos de neumáticos que Ferrari desechaba como gastados. Incluso que debió pedir dinero a sus rivales para llenar el depósito de gasoil de sus caminos y volver a Gran Bretaña.

Su primer chasis llegó en 1975, pero a falta de fondos debieron aceptar reconventirse en Walter Wolff Racing, es decir gestionar la escudería del mangante canadiense Walter Wolff, que más adelante haría construir un coche propio y fue subcampeón del mundo con Jody Scheckter –1977– mientras que Williams se vio forzada a un año sabático.

Un año sabático que quizás fue su golpe de suerte. Frank Williams cuando consiguió concencer a inversionistas árabes, las líneas aéreas y diversos grupos, entre ellos alguno perteneciente a la familia Bin Laden. Esto le permitió crecer con la ayuda de Frank y llegar a acuerdos con Renault y con Honda que les convirtieron en ganadores y forjaron una de las leyendas del equipo: "Cuando Williams tiene un buen motor gana".

Pero ahora las cosas cambian. Motor y chasis forman un conjunto integrado. Los clientes sólo reciben una parte de él y están en desventaja. Quizás perdió su oportunidad cuando BMW, que era su partner, quiso comprarlo y los Williams se negaron a vender: querían mantener el control y la independencia.

Los pasos parecen claros: motor y cambio Mercedes, quizás también suspensiones. Esto permitirá aligerar el presupuesto, quizás provocará algún despido del departamento de transmisiones.  Y si es posible aceptar un piloto de Mercedes a cambio de una rebaja importante en la factura de estos elementos, a la par que se intenta mantener a Sergey Sirotkin y su contribución. 

Uno sospecha que en la situación actual, la temporada 2019 será clave para el futuro del equipo. Y por momento no brilla el sol saliendo por el horizonte. Los próximos meses serán de infarto en Williams, no en las pistas sino en los despachos.

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