Toro Rosso en el GP de México F1 2018: Previo
Los pilotos de Toro Rosso, Pierre Gasly y Brendon Hartley, están preparados para una prueba muy complicada en el trazado mexicano de los Hermanos Rodríguez, una carrera marcada por la altitud, que hace difícil configurar el coche a la perfección. Confían en que las últimas actualizaciones les ayuden a hacerlo bien allí.
Pierre Gasly (14º en el Mundial):
"Terminé 13º el año pasado el GP de México. Es una de las mejores carreras de todo el año, con una gran multitud y aficionados muy entusiastas. Gracias a ellos, el ambiente es muy increíble y especial. El hecho de que la carrera se celebre en torno a la fiesta del Día de los Muertos también añade una dimensión extra al fin de semana".
"El año pasado fue complicado por varias razones, no pude rodar casi hasta la carrera, no participé en la clasificación y fue una prueba complicada desde el punto de vista técnico, especialmente porque la altitud cambia todo, el motor, los frenos, la fiabilidad, tienes menos agarre… así que es más complicado configurar bien el coche".
"Físicamente eres consciente de que tomas menos oxígeno, así que es un poco más complicado que los eventos a nivel del mar, pero la pista no tiene muchos puntos de frenadas intensas o curvas de alta velocidad, así que físicamente no te pide mucho".
Brendon Hartley (19º en el Mundial):
"México es una pista a la que también volveré en un coche de Fórmula 1. Es un circuito que disfruto mucho, he corrido aquí y he ganado en el WEC".
"Es muy interesante y supone un reto para la ingeniería, con una densidad aerodinámica muy baja, ya que la ciudad está a 2.000 metros de altitud. Esto implica que tenemos menos carga aerodinámica que la habitual y que hay velocidades muy altas, combinadas con un agarre relativamente bajo. La altitud es el factor decisivo para los pilotos, el equipo y el coche".
"He pasado algo de tiempo a esta altitud este año, cuando fui a Colorado para la carrera de mountain bike Leadville 100 y creo que puedo adaptarme bien, pero lo puedes sentir en el cockpit. La refrigeración es un punto clave, así que todos esos elementos combinados hacen que los coches tengan todos los factores para poder ir bien, lo que hace que sea una carrera muy complicada para el monoplaza".
"El sector final en el estadio es muy interesante desde un punto de vista del pilotaje, muy cerrado y con un gran ambiente. Se siente a la gente muy cerca y parece que toda la ciudad sigue la carrera. Creo que tenemos una buena oportunidad para hacerlo bien, con varias mejoras que hemos introducido recientemente".
