Rovanperä sigue al frente del Safari y Tänak abandona a mitad de la segunda etapa

Neuville y la dureza de la prueba han provocado numerosos golpes de teatro. El último de ellos el abandono de Ott Tänak, que aspiraba a arrebatar el segundo puesto a Elfyn Evans, en la última especial antes de la neutralización de media jornada a causa de un problema mecánico. Por su parte, Neuville, que podía aspirar a arrebatar el tercer puesto a Katsuka, ha sufrido un pinchazo en esta misma especial.

Al frente de la prueba, Kalle Rovanpera parece tenerlo todo bajo un cierto control. El joven finés no quiere corre muchos riesgos en una prueba en la que el polvo, los pinchazos y el calor están siendo un gran rival para todos. “El equipo está haciendo un buen trabajo. Lo que tenemos que hacer es no romper el auto, pero la prueba es muy dura”, ha señalado.

Rovanpera lleva casi 20” de ventaja sobre Evans, mientras que Katsuka está a 40”, amenazado por Neuville, que cedió por un pinchado. Y Olli Soberg ha penalizado en un par de ocasiones, aunque figura retrasado por la rotura de suspensión de ayer, que pudo reparar por sus medios.

Ogier es quinto, pero a más de 2’20”, aunque en el Safari esta diferencia no es significativa. “Aquí de lo que se trata es de sobrevivir. No tengo pelea con nadie, así que tomo las cosas con calma”, ha dicho el siete veces campeón del mundo. Es cierto que hay pocas diferencias de cronos en los tiempos, pero los pinchazos y el polvo pueden costar eso y mucho más”, ha indicado.

Sebastien Loeb ha sido claro sobre la dureza de la prueba. “El polvo entra por todas partes en el coche. No sólo crea problemas de visibilidad, sino que incluso cuesta respirar”, ha explicado. Pese a su abandono en la primera etapa, el francés es duodécimo y con signos de poder entrar entre los diez mejores.