Nio quiere que otras marcas usen su tecnología de intercambio de baterías

Según el director de operaciones de Nio para Europa Hui Zhang, "estamos abiertos a vender la plataforma". Y es que, tal y como confirmó en un encuentro con la prensa en Noruega, la empresa ya está en conversaciones con fabricantes de automóviles para vender esta tecnología, aunque no dio nombres.

Nio aterrizó en Europa a través de Noruega el año pasado; y sus planes más inmediatos pasan por expandir el negocio por todo el Viejo Continente. Inicialmente llegará a Suecia a los que seguirán Países Bajos y Alemania antes de finales de este año.

Nio ES8

VENTAJAS DEL INTERCAMBIO DE BATERÍAS

Uno de los reclamos principales que ofrece esta marca de coches son las estaciones de intercambio de baterías, que permite a los propietarios sustituir una batería gastada por otra completa en unos cinco minutos.

Para llevar a cabo este proceso, Nio se asoció con Shell para instalar más puntos de intercambio, tanto en Europa como en el país asiático. Actualmente el fabricante cuenta con 868 estaciones de intercambio en China y afirma que sus clientes han intercambiado baterías 7,6 millones de veces. En Europa, la primera se instaló el pasado enero en Noruega y quieren instalar 20 más en el país.

La compañía llevó a cabo una fuerte campaña publicitaria durante su lanzamiento en el país nórdico y en el que anunciaba a su todocamino premium como el único en contar con este tipo de tecnología. Nio quiere ser el equivalente a Tesla que ahora permite utilizar su red de supercargadores a otras marcas, de ahí la importancia de vender la tecnología a otros fabricantes.

ALTOS COSTES INICIALES

El mayor problema de este proceso reside en el alto coste de las instalaciones ya que, según un estudio publicado el año pasado por la administración de transportes de Suecia, el coste unitario, en China, asciende a unos 700.000 euros: esta cantidad incluye el stock de baterías, así como el alquiler del terreno. Para poner este dato en perspectiva; la inversión media de una estación con cargadores rápidos es de unos 280.000 euros, o lo que es igual, 420.000 euros de diferencia. Esto significa que por lo que vale una estación de intercambio de baterías se pueden montar 2,5 instalaciones de las otras.

Nio afirma que busca reducir los costes operativos y de construcción, que actualmente tienen una capacidad de almacenaje de 13 baterías. La venta de esta tecnología a otros fabricantes de automóviles ayudaría a incrementar el uso de éstas y hacerlas más rentables. Un posible cliente es Lotus Technology, una empresa en la que Nio invirtió a través de su división de capital riesgo.

Sin embargo, no es la única empresa automovilística china que trabaja en estaciones de intercambio, ya que el gigante Geely tiene planes para instalar 5.000 puntos en todo el mundo, antes de 2025.

APOYO GUBERNAMENTAL

Como parte de su política de impulso de tecnología eléctrica, el gobierno de China apoya actualmente el despliegue de estaciones de intercambio en el país, hasta tal punto que ha concedido a Nio exenciones sobre la política de incentivo de coches eléctricos caros. Incluso, el ministerio de industria y tecnología de la información del país redactó y publicó las primeras normas acerca de la aplicación de esta tecnología de intercambio de baterías, con el fin de fomentar una mayor adopción de esta práctica.

Nio ET7

LOS PRODUCTOS DE NIO PARA EUROPA

En este momento, los clientes noruegos cuentan con un único modelo disponible a la venta, el Nio ES8, un todocamino de corte premium. Allí se ofrece la posibilidad de comprar o alquilar la batería; y es esta última opción, la que casi todos los usuarios han elegido, ya que da acceso a las estaciones de intercambio. El servicio incluye dos intercambios gratuitos al mes.

Actualmente están disponibles únicamente las baterías de 100 kilovatios hora y ya, para finales de año, aparecerá la de 75 kilovatios hora, más barata.

Durante los próximos meses, y con vistas al mercado alemán principalmente, llegará la berlina de representación Nio ET7, que intentará competir contra la versión eléctrica del BMW Serie 7.