El Opel Corsa de la e-Rally Cup ya rueda

La puesta en marcha de una competición totalmente eléctrica es una de las novedades más importantes de este año en el mundo de los rallies, pese a su perfil de copa monomarca de iniciación y el hecho de que se dispute en el mismo escenario de los rallies del campeonato alemán permitirá la confrontación con coches similares de gasolina.

Como se sabe, Opel ha decidido cambiar el Adam R2 de gasolina por este nuevo Opel eléctrico, toda una revolución en el mundo de los rallies, un desafío pleno de dificultades.

No es una tarea fácil, pero la marca alemana –ahora propiedad de PSA– ha puesto en marcha los medios necesarios. Dos coches acumulan kilómetros en terrenos adecuados porque no tienen todavía demasiadas referencias.

"No hay experiencia en un coche de rallies eléctrico en la que podamos basarnos. Hemos hecho simulaciones y cálculos teóricos, así que la primera tarea es acumular kilómetros e información, que poco a poco sustituirán a los teóricos estimados", señala Jörg Schrott, director de Opel Motorsport.

De momento, las prestaciones no son el objetivo principal. "El enfoque se centra en la gestión de la energía y las temperaturas de las baterías, así como en adaptar el software. En una copa monomarca es vital que el rendimiento sea uniforme y constante en todas las condiciones". Recordemos que Opel ofrecerá 15 unidades de este coche a otros tantos pilotos y que el primer campeonato comenzará el próximo agosto y proseguirá a lo largo de 2020.

Después, la segunda fase atacará las prestaciones, el comportamiento. El coche tiene 136 caballos de potencia –100 kilovatios–, pero se espera que ofrezca mejores prestaciones que el anterior Adam Cup R2, gracias al par que ofrecen los motores eléctricos. "Mientras que la potencia es la misma, el par de 260 Newton metro es mucho mayor que el del Adam. Puede pesar más, pero el cento de gravedad es muy bajo porque las baterías van bajo el suelo y la distribución de pesos es muy buena. Ello le hace particularmente ágil y vamos a buscar la puesta a punto más adecuada para el chasis", señaló Schrott.

El tema clave es la autonomía. En condiciones reales, las baterías de 50 kilovatios proporcionan una autonomía de 337 kilómetros según el ciclo WLTP –World Harmonized Light-duty Vehicle Test Procedure–, pero a ritmo de tramo ésta se reduce a unos 60 kilómetros. Ello implicará que la copa monomarca deberá adaptarse y quizás no pueda completar el rally, a no ser que se disponga de cargadores rápidos en los parques de asistencia.

Otro tema en el que se trabaja es con un software de tres programas: enlace o eco, competición y lluvia.  El primero, para ahorrar al máximo la batería en los enlaces; el segundo, para lograr las máximas prestaciones; y el tercero, para evitar que la respuesta del motor sea brutal debido al par cuando la superficie es deslizante.

Opel comenzará muy pronto test en tramos reales de rally, para comprobar todo el trabajo completado en el campo de pruebas y acabar de perfilar el coche.