Dos pruebas europeas se caerán del calendario del WRC

La entrada de Japón y Kenia, el famoso Safari, en el calendario del Mundial de Rallies, prevista para el próximo año, es una espada de Damocles que se cierne sobre las tradicionales pruebas europeas.

Aunque tanto la prueba nipona como el Safari deben aún superar la inspección definitiva, la presencia del promotor del Mundial en Japón y la de Michèle Mouton en Kenia, supervisando organizaciones y recorrido, es un claro indicador de la voluntad de FIA y los promotores del WRC de incorporar estas dos pruebas, tal como admite Olivier Ciesa.

Ciesa afirmó que el 14 de junio el promotor del WRC someterá al Consejo Mundial la aprobación del calendario de 2020. Presentará 16 pruebas, "aunque el calendario sólo retendrá 14. No se ampliará a 15, como dicen algunos, porque hay problemas de presupuesto en los equipos".

La entrada de Japón está ya decida y en noviembre habrá una prueba-ensayo sobre asfalto. Será los días 9 y 10 de noviembre en el distrito de Aichi, a unos 260 kilómetros al sudoeste de Tokio, cuya capital es Nagoya. El centro de la prueba estará en Nagakute, población de unos 60.000 habitantes donde está ubicado el Museo Toyota. Esta carrera de pruebas sólo tendrá siete especiales y 123,6 kilómetros cronometrados.

Kenia, por su parte, dependerá mucho de como transcurra el Safari que disputará el 4 de julio. Tendrá un recorrido renovado, a unos 100 kilómetros de Nairobi, con especiales junto a zonas de reservas naturales de Naivasha.

En estas circunstancias está claro que peligran dos pruebas europeas del calendario. Italia, Francia, Alemania y Gran Bretaña son las que parecen en peligro; por el momento la de Catalunya parece a salvo.

Como mucho caerán dos en 2020 –Francia y Gran Bretaña, dos emblemáticas, son las mejor colocadas en las quinielas pese a su prestigio y sobre todo pese a que el campeón de los últimos, Ogier, es francés– pero las otras dos podrían caer antes de 2022.

Ciesa tiene muy claro que en el futuro próximo el WRC debe tener una carrera en China y otra en Estados Unidos, por evidentes razones de marketing, pero también valora Canadá y Rusia para poder ofrecer una carrera auténticamente invernal, junto a Suecia… o la introducción de una carrera exótica, por ejemplo en Nueva Zelanda, pero da pocas esperanzas a Estonia, Polonia o Croacia, pese a las ofertas de estos países, porque carece de sentido prescidir de un país europeo con un gran mercado y favorecer a otro con un mercado pequeño; no es lo que desean las marcas.