Milan Red: 1.325 caballos ¡y no es eléctrico!

El mundo de los superdeportivos artesanales y de poca tirada parece dominado en los últimos años por motores eléctricos. Esta tecnología ha abierto las puertas a modelos de prestaciones estratosféricas, con más de 1.000 caballos y diseños sacados de película de ciencia ficción o de mentes muy volátiles e imaginativas. Quizá por eso, conocer un modelo de similares características, pero animado por un motor de combustión, resulta cuanto menos llamativo.

Es el caso del Milan Red, un hiperdeportivo de altísimos vuelos que promete unas cifras casi imposibles. Por un lado, llega con la afirmación de alcanzar los 100 kilómetros/hora desde parado en 2,41 segundos, los 200 kilómetros/hora en 5,46 segundos y los 300 kilómetros/hora en 9,96 segundos. Cifras de órdago sólo al alcance de muy pocas máquinas, muchas de ellas con motores eléctricos. No obstante, el Milan Red está animado por un V8 de 6.2 litros sobrealimentado por cuatro turbos que pone sobre el asfalto 1.325 caballos y 1.400 Newton metro de par.

Prestaciones que se acompañan con un diseño de su carrocería casi 'extraterrestre', que tienen un objetivo muy definido: máxima adherencia aerodinámica. De hecho, esconde un sistema de aerodinámica activa que incorpora el ya casi imprescindible aerofreno mediante un alerón trasero móvil. La marca promete hasta 2,6 G de fuera lateral y una velocidad máxima superior a los 400 kilómetros/hora.

Se trata de un proyecto de la compañía austriaca Milan Automotive, un pequeño fabricante fundado en 2012 y cuya marca comercial no ha sido registrada hasta el pasado 2017. Según informan, pretenden fabricar 99 unidades de este llamativo automóvil, de los cuales, 18 ejemplares ya tienen dueño. Cada una de ellas está vendida por 2 millones de euros.

Bajo tan llamativo aspecto y tan extraordinarias cifras se esconden unas suspensiones de doble triángulo en ambos ejes, totalmente regulables, barras estabilizadoras también regulables, frenos cerámicos Brembo 'CCM-R' con pinzas de seis pistones delante y cuatro detrás, y unas llantas de 21 pulgadas con neumáticos que, en el eje trasero, llegan a los 325 milímetros de ancho.

También monta un sistema para elevar la altura del casco respecto al suelo hasta los 135 milímetros –de 'serie' son 90 milímetros– para superar rampas y badenes, y ofrece un servicio de mantenimiento inspirado en el del Bugatti al incorporar telemetría, diagnóstico remoto en tiempo real y unos especialistas de la marca denominados 'Flying Doctors' –como en Bugatti...– se desplazan hasta donde se encuentre el cliente para realizar las operaciones necesarias.

Markus Fux, director general de Milan, fue piloto de carreras y ha usado su experiencia y sus contactos para completar el proyecto. "Hoy en día puedes conducir un automóvil artístico, un monstruo de alta tecnología, un trono de cuatro ruedas, o un automóvil, que solo sirve para un propósito: robar el protagonismo a todos. Y ahí es donde entramos en escena", comentó el propio Markus.

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