Singer DLS: el 911 definitivo, ¡y no es de Porsche!

La pasión por los coches es uno de los aspectos que hacen del sector del automóvil uno de los más complejos e irracionales, pues aunque las marcas vivan de las ventas, es la pasión por estas máquinas la que forma leyendas y, finalmente, coloca a cada fabricante en su lugar.

Fruto de esa pasión es nuestro protagonista, un restomod de nivel, que ya conocimos anteriormente en forma de prototipo pero que ahora se presenta con su imagen y sus especificaciones definitivas.

Recibe el nombre de Singer DLS, siglas de 'Dynamics and Lightweighting Study' –Estudio de Dinámica y Ligereza– y ha contado con la inestimable ayuda en su desarrollo de Williams Advanced Engineering y dos famosos ingenieros de la propia Porsche, Norbert Singer y Hans Mezger. Un proyecto que gira en torno a un Porsche 964 de 1990, como suele ser habitual en Singer Vehicles, aunque poco queda de ese modelo propiedad de Scott Blattner; casi todo es nuevo o ha sido revisado.

Así, encontramos un restomod que se podría considerar casi un coche completamente nuevo y desarrollado pensando en la máxima ligereza. El chasis es el mismo que usa el mencionado Porsche 964, pero los cambios han sido sustanciales. Por un lado, se han montado suspensiones de dobles triángulos en ambos ejes mucho más ligeros que el equipo de serie y desarrollado por Williams Advanced Engineering. Los amortiguadores se han fabricado a medida, completamente ajustables por mando remoto y por supuesto, más ligeros que los originales. Las llantas son de magnesio fabricadas por BBS –inspiradas en las míticas llantas Fuchs–, con sujeción monotuerca y calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 en medidas 245/35 y 295/30 en llantas de 18 pulgadas. Son unas cubiertas realizadas ex profeso para el Singer DLS.

La carrocería poco tiene que ver con la usada por el Porsche 964 y sus formas se inspiran en la carrocería del Porsche 930, una de las primeras generaciones del Porsche 911. No obstante, se ha realizado un profundo estudio aerodinámico que ha resultado en la instalación de un alerón trasero tipo ‘ducktail’ que recuerda al usado por el Porsche 911 2.7 Carrera RS lanzado en 1973. En el frontal destacan las entradas de aire situadas junto a los indicadores de dirección, así como la zona baja del paragolpes, con varias entradas de aire un splitter para que no levante el vuelo a grandes velocidades. Misma labor que realiza el difusor trasero, flanqueado por dos rotundas salidas de escape que también se deja ver a través de la rejilla posterior situada donde debería ir colocada la matrícula. Tampoco se puede pasar por alto el ensanche de las vías traseras, totalmente necesario para poder gestionar el caballaje procedente del motor.

Este apartado, el motor, es uno de los más trabajados de todo el conjunto. Se trata de un seis cilindros boxer de 4.0 litros, aspiración atmosférica y desarrollado por Williams junto al equipo de ingenieros de Mezger. Toma como base el bloque motor original, pero las modificaciones son muchas. Por un lado, equipa válvulas de titanio, seguido de árboles de leva de magnesio, trompetas de admisión y caja del filtro de fibra de carbono, el escape al completo se ha fabricado en iconel y titanio y sistema de admisión con Ram air es totalmente nuevo. El resultado son 507 caballos a 9.000 revoluciones por minuto, transmitidos al asfalto a través de una caja de cambios manual de seis relaciones, fabricada expresamente por Hewland.

Dicha caja de cambios ha sido uno de los factores, que han permitido colocar el motor más adelantado respecto a un Porsche 911 ‘normal’. Hewland ha creado una caja de cambios más corta que la usada por la compañía alemana, de esta forma, se ahorra espacio y da la opción de colocar el motor un poco más adelantado y evitar que se cargue exceso de masa por detrás del eje trasero como ocurre con todos los Porsche 911. El habitáculo es otro derroche de saber hacer. Su aspecto es sumamente racing, presidido por dos asientos casi de carreras, firmados por Recaro y con estructura de fibra de carbono. El volante también se fabrica con fibra de carbono, aunque para la ocasión a sido Momo el responsable de su creación. Otros detalles pueden ser los pedales de titanio, el cuadro de la instrumentación de fibra de carbono, o el espectacular túnel central también de fibra de carbono, que permite ver el mecanismo del selector de marchas.

La última creación de Singer, el Dynamics and Lightweight Study, estará expuesto durante la celebración del Goodwood Festival of Speed, que se celebra del 12 al al 15 de julio en Inglaterra.

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