Hartley da consejos a Alonso para Le Mans: "Será rápido, sin duda"

El neozelandés es una de las personas más indicadas para comparar el WEC y la Fórmula 1, porque corrió con Porsche antes de aterrizar en los monoplazas de la mano de Toro Rosso. En su experiencia con prototipos, destacan la victoria en la última edición de Le Mans y los títulos mundiales de las temporadas 2015 y 2017.

Hartley ve en Toyota a "un gran competidor" y recuerda que la marca japonesa ha estado muy cerca de la victoria de La Sarthe en los últimos años. Cree que Alonso quedará satisfecho con su profesionalidad y atención al detalle, y que disfrutará de la experiencia.

¿Qué consejos le daría a Alonso? No se atreve a darle lecciones, pero sí le sugiere que sea cauto en la gestión del tráfico para evitar exponerse a situaciones de peligro. No será una situación completamente nueva para el asturiano, pues es un ‘arte’ que ya ha aprendido en las 24 horas de Daytona.

"Es obvio que será rápido, porque es uno de los pilotos más rápidos del mundo. Sin duda", explica Hartley en declaraciones a SoyMotor.com. "Algo que uno ha de entender es que ha de ser paciente con el tráfico. Has de tomarte tu tiempo para entender los coches que hay. Puede que eso sea frustrante al principio, pero en el WEC no sólo hay una carrera, sino que hay varias y entre todas ellas debe haber respeto. Has de ser eficiente pero también agresivo. Hallar ese equilibrio lleva un tiempo. Encontrar ese equilibrio es lo más difícil".

Hartley recuerda su debut en Le Mans y piensa en dos cosas: la presión de saberse representante de su equipo oficial y la emoción de ir a fondo en la noche cerrada de La Sarthe.

"Son 12 meses de trabajo para una única carrera. Cuando llegas ahí, representas a Porsche y eso lo notas. Sabes que basta con un pequeño error para acabar con el trabajo de tantísima gente. Le Mans es un fin de semana muy potente, con muchas actividades programadas. Llegar descansado a la carrera ya es todo un reto", señala.

"Una de mis mejores experiencias en mis primeras 24 horas fue la conducción nocturna. Cuando estás ahí fuera, sientes un subidón de adrenalina. Tienes visión de túnel y es como si fueras a la velocidad de la luz. Pierdes todas tus referencias y conduces por instinto. No todos los pilotos son buenos en eso, pero a mí me encantó".

Pero hay otras diferencias entre la Fórmula 1 y el WEC. 

"Con los compañeros de Le Mans puedes ser abierto. Puedes compartir conocimientos. Formas parte del equipo y creas un vínculo. Es una relación bastante diferente a la que puedes tener en la Fórmula 1. En Toro Rosso me siento parte del equipo y me llevo muy bien con Pierre Gasly, pero la relación como compañeros es diferente", comenta.

"Entre las diferencias que hay, puede que los neumáticos sean de lo más destacado. Con los Pirelli has de aprender muchas cosas si quieres extraer todo su rendimiento. Ésa es parte de tu trabajo como piloto. Y hacer un fin de semana completo en Fórmula 1 es muy duro, porque hay mucha competitividad y muchos elementos que puede que los aficionados no lleguen a ver".

"También hay muchas cosas que son parecidas. La complejidad de los coches es una de ellas. En el WEC teníamos menos combustible por vuelta, así que los tiempos eran más lentos porque teníamos que ahorrar gasolina. Pero sí teníamos tracción 4x4 y ayudas a la conducción”, comenta. “Alonso verá que es muy profesional y disfrutará".

Eterna pregunta: ¿Halo o cúpula? "En el WEC hubo problemas de visibilidad en el pasado. Hicieron algunos cambios para que los pilotos estuviéramos sentados en una posición más elevada, porque era difícil ver los vértices de las curvas. La visibilidad de un LMP1 es mucho peor que la de un Fórmula 1, porque existen puntos ciegos. Probé el halo en los Libres de México y no fue un problema en absoluto".

Brendon Hartley está preparado para su primera temporada completa en Toro Rosso, en la que se medirá de tú a tú con Pierre Gasly, la última promesa de la factoría Red Bull.

"Nadie esperaba que esto ocurriera, pero tenía este sueño y he trabajado muy duro", sonríe. "Estoy contento con mi crecimiento como piloto. Siendo realistas, no pensaba que esta oportunidad me llegase. Fue una locura y fue surrealista, pero le doy las gracias a Helmut Marko y a Red Bull. Me llevaron a Austin tras un único test en el simulador".

"Mi vida no ha cambiado. Es importante que no cambie nada, porque sé quién soy como persona. Tengo 28 años y he crecido mucho en estos últimos años. Mi voluntad era afrontar la Fórmula 1 con los pies en el suelo y mantener la atención en las cosas importantes".