La movilidad del futuro, o el Honda Urban CV

Con base en una plataforma completamente nueva, el Urban CV se caracteriza, como no podía ser de otro modo, por sus contenidas dimensiones -100 milímetros más corto que un Honda Jazz– y un aspecto sencillo pero atractivo, de formas angulosas en las que se combinan las líneas rectas y las curvas, lo que le confiere una imagen rotunda.

Con el emblema de Honda retroiluminado en azul, el Urban CV tiene la curiosidad de poder mostrar en el frontal del automóvil información sobre la carga de la batería, mensajes interactivos bilingües, saludos de bienvenida y despedida, así como mensajes para otros conductores.

El interior se caracteriza por su amplitud y luminosidad, pese a tratarse de un utilitario. Se logra en parte gracias a unos pilares A muy estrechos, y a un parabrisas amplio. El acceso al coche es cómodo gracias a unas puertas de apertura en suicidio, muy grandes, y que dejan diáfano el espacio de acceso.

En el interior predomina el blanco, si bien los asientos delanteros tienen un tono gris en su tejido, así como elementos de madera en respaldos, cojines y apoyabrazos, lo que pretende otorgarle un aspecto de lounge, lo que se ve reforzado por el mismo acabado en madera del salpicadero, que alberga una gran pantalla de infoentretenimiento, y que en sus extremos laterales recoge las imágenes de las cámaras que hacen las veces de retrovisores.

Como curiosidad, cuando el coche está siendo cargado en nuestro domicilio –el enchufe se encuentra en el capó delantero–, el coche puede actuar como acumulador de energía para el caso de necesidad en nuestro hogar. Ello es gracias al denominado Power Manager, que además de regular la energía del coche, permite otras funcionalidades.

El Honda Urban CV no se queda en un simple coche conceptual, sino que según la marca llegará al mercado en 2019. Con ello, Honda quiere revolucionar nuestra manera de desplazarnos en el entorno urbano.