Rosberg adaptó su pilotaje para no abandonar en Australia

La carrera de Nico Rosberg en Albert Park fue sin duda alguna muy positiva, comenzando la prueba con un pequeño problema en la salida, pero siendo capaz de adelantar a su compañero, antes de colocarse justo por detrás de los Ferrari, y desde ahí comenzar su escalada. Una carrera positiva, limpia, pero que estuvo muy cerca de terminarse antes de tiempo debido a un problema de frenos, ya que un trozo de suciedad se insertó en su monoplaza, y provocó que la temperatura de los frenos delanteros comenzara a subir, hasta situarse cerca del límite de trabajo. 

Como explicaba el equipo en su programa de Youtube, el alemán estuvo cerca de terminar la carrera antes de tiempo debido a sobrecalentamiento en los frenos  "El aire normalmente fluye a través del conducto de freno para refrigerar la pinza y los discos. En la vuelta 30 Nico cogió un trozo de suciedad y se le quedó clavado en el conducto de frenos, lo que obstruyó el flujo y quitó algo capacidad de refrigeración. Esto hizo que la temperatura subiera hasta niveles críticos".

A pesar de que el problema alcanzó niveles críticos, luego se estabilizó

Para salvar este problema necesitó adaptar su estilo de conducción, realizando unas frenadas algo menos intensas y llevando parte del repartidor hacia la zona trasera, con el objetivo de liberar presión en su monoplaza. "Nico pudo gestionar este problema desde el cockpit de dos maneras, por un lado adaptó su estilo para deslizar más el coche antes de frenar, usando el aire para frenar su coche al final de recta sin perder demasiado tiempo. Y también colocó el repartidor de frenada hacia atrás para reducir la suciedad en la parte delantera. A pesar de que el problema alcanzó niveles críticos, luego se estabilizó, así que decidimos dejarle fuera hasta la bandera a cuadros".