Honda NSX 2016: vuelve el mito, ahora con 580 caballos

Diez largos años han pasado desde el cese de producción del superdeportivo de Honda. El icónico automóvil de motor central japonés vivió sus años dorados en los noventa y principios del 2000, cuando se presentó el restyling y con él la versión NSX-R, la más especializada y radical con un peso 1.270 kilos y 290 caballos.

Casi desde su lanzamiento su competencia disponía de más potencia, pero el NSX original lo solventaba con un chasis extraordinario y una exquisita puesta a punto supervisada por el mismísimo Ayrton Senna, que suplían la falta de caballos.

2015, nuevos tiempos nuevas soluciones. Por fin llega el momento, y tras un largo proceso de desarrollo que ha incluido dos prototipos y muchos kilómetros de pruebas en carretera y competición, Honda comienza a desvelar los datos definitivos de su nueva estrella.

Las novedades son muchas y en varios frentes. El nuevo Honda NSX es ahora híbrido aunque su corazón continúa siendo un V6 VTEC situado en posición central trasera aunque ahora cuenta con 3,5 litros de cilindrada y doble turbo. Su rendimiento alcanza los 507 caballos y 550 Newton-metro de par máximo entre 2.000 y 6.000 revoluciones.

A este se une la unidad de potencia eléctrica denominada TMU (Twin Motor Unit) con dos motores eléctricos, uno en cada rueda delantera con una potencia máxima de 74 caballos y 146 Newton-metro de par. Esto le confiere al nuevo NSX una configuración de tracción integral. Además existe otro propulsor eléctrico situado junto al V6 VTEC de gasolina otros 47 caballos a la ecuación.

En conjunto los cuatro motores pueden rendir un máximo de 580 caballos y según Honda, alcanzar los 307 kilómetros/hora de velocidad máxima. La aceleración desde parado hasta 100 kilómetros/hora ronda los tres segundos. Desde luego los japoneses han conseguido su propósito de situar al nuevo NSX entre los mejores de su categoría por prestaciones.

Escaparate tecnológico de una de las marcas más poderosas, utiliza un cambio DCT de doble embrague de 9 velocidades y el sistema IDS que agrupa bajo un mismo sistema la configuración del sistema de tracción SH-AWD, el cambio, la suspensión magnética, la dirección o los frenos. Estos últimos tendrán pinzas de seis pistones delante y cuatro detrás y pondrán a prueba el agarre de los neumáticos 245/35 R19 del tren delantero y 295/30 R20 del trasero.

Bajo su carrocería de 4,4 metros y 1,94 de anchura se encuentra un chasis realizado en aluminio y acero de alta resistencia con el techo y el suelo construido en fibra de carbono. En este último se ubican las baterías de ion litio que alimentan a los tres motores eléctricos. El peso final anunciado es de 1.725 kilos, superior a la media pero contenido si tenemos en cuenta sus cuatro unidades de potencia.

El habitáculo biplaza es clásico en su diseño e introduce un toque futurista con una instrumentación totalmente digital en la que el conductor podrá seleccionar entre cuatro modos de conducción a través del sistema IDS: Quiet, Sport, Sport+ y Track.

El primero permite utilizar únicamente propulsión eléctrica a bajas velocidades y limita a 4.000 revoluciones el motor térmico beneficiando la eficiencia y reduciendo el sonido. El modo Sport elimina la limitación y mejora la respuesta del acelerador. El Sport+ apura las posibilidades del cambio DTC con reducción y cambios cerca de la línea roja y el modo Track ha sido diseñado para utilizarse en circuito y utiliza los parámetros más agresivos para lograr el mayor tiempo por vuelta.

Honda apunta alto con su nuevo NSX y, al igual que el original, quiere poner las cosas difíciles a superdeportivos de altos vuelos con mayor potencia como el Ferrari 488 GTB o el McLaren 650S. ¿Será tan efectivo como ellos en circuito?

Las primeras unidades ya han comenzado a producirse y serán entregadas a principios de 2016. El precio aún no es oficial aunque se espera que ronde los 150.000 euros.