Alex Palou: podio en Laguna Seca y título en juego en Long Beach

Es la primera vez en mi carrera que me veo en esta situación, liderando un campeonato de monoplazas a falta de tan sólo una prueba. El panorama inspira respeto, pero debo admitir que mola bastante. He peleado toda mi vida por esto y ahora estoy en el mejor escenario que podría imaginar. Quiero ser campeón, pero no puedo descentrarme.

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Por ahora no hay muchos nervios. Lo bueno es que he encontrado una buena zona a nivel psicológico. Sé que hacemos los deberes antes de ir al circuito y que todas las horas de trabajo que metemos en la fábrica son las que luego nos permiten luchar delante, y eso me genera una cierta paz o tranquilidad que también noto cuando estoy detrás del volante.

Os dije hace unas semanas que quería llegar a Long Beach con la sensación de que había cumplido en Portland y Laguna Seca, porque eran circuitos permanentes que yo ya me conocía y no quería fiarlo todo a un urbano en el que ha corrido todo el mundo menos yo. Y creo que he cumplido, porque hemos conseguido una victoria y un segundo puesto.

Después de Gateway íbamos segundos en el campeonato a 10 puntos del líder. Ahora voy primero y tengo 35 puntos de ventaja. En Long Beach sólo dependo de mí. No tengo que terminar por delante de nadie ni estoy obligado a conseguir una victoria épica, sino que tengo que rematar el trabajo.

Estoy muy contento por cómo nos fueron las cosas en Laguna Seca. Sabía que podíamos hacerlo bien y así fue, porque desde el principio fuimos realmente fuertes. Aunque no tuvimos el ritmo de los Andretti, me sorprendió un poco que fuimos capaces de seguir a Herta durante la carrera y que terminamos segundos, lo que significa que sólo hubo uno mejor que nosotros.

Es otro podio y eso en la IndyCar no es nada fácil. Fue una prueba diferente a las demás, porque hubo mucha degradación y el neumático de color rojo fue muy superior al negro. De hecho, es por eso que Grosjean se nos acercó tanto en las últimas vueltas. Él iba con rojos nuevos y tenía mucha más goma que yo, que ya estaba sufriendo. Por suerte todavía pude aguantar el segundo puesto.

Yo busqué la victoria, pero este fin de semana Herta fue superior. Fue como nosotros en Portland, donde controlamos nosotros la carrera. Si Rossi se nos acercaba, apretábamos un poco y nos íbamos. En Laguna Seca, Herta hizo eso mismo. Yo aun así lo intenté porque entre ganar y ser segundo hay diez puntos de diferencia, y eso a estas alturas es mucho. Hacia el final tuvimos tráfico y Colton lo pasó más rápido que yo, y por eso no le pudimos atacar con la estrategia.

Aun así, el domingo empezó un poco mal porque se nos reprodujo un problema que habíamos tenido el día anterior en la sesión de clasificación. En la Q1 nos pasó algo muy raro, porque nuestro balance se desequilibró por completo. Acabamos cuartos al final, pero esa primera criba la superamos por los pelos. Pensábamos que quizá habíamos preparado mal los neumáticos, pero también teníamos el presentimiento de que ese juego quizá no era tan bueno como los demás.

Empecé la carrera precisamente con ese mismo juego de neumáticos, que era del compuesto blando, el de color rojo. Y a las pocas vueltas ya noté que algo iba mal. Lo notifiqué al equipo para que lo tuvieran presente y en la primera parada en boxes hicimos borrón y cuenta nueva. Luego vi que aun así habíamos sido los más rápidos después de Herta, de modo que todavía estuvo bastante bien.

Ahora toda mi atención está en Long Beach. Hemos trabajado en esta final desde hace tiempo, de modo que vamos ahí todo lo preparados que podemos estar.

Soy el único del equipo que queda en la pelea por el campeonato. Siempre hemos trabajado de la misma forma. Todos queremos ganar el título, pero si no está a nuestro alcance podemos ayudar a nuestros compañeros, porque al final todos trabajamos para el mismo equipo. Si este fin de semana mis compañeros están en una posición en la que me pueden ayudar de un modo u otro, harán lo que puedan, obviamente sin pasarse de los límites. Queremos que uno de nuestros coches sea el campeón y espero que sea el mío.

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