Aún queda mucho Dakar

Había sido un inicio casi inmejorable para Carlos y Lucas. No sólo ganaron la primera etapa, sino que ayer cuajaron una actuación sensacional para minimizar la apertura de pista y llegaron a la jornada de hoy en lo más alto de la clasificación general.

Hoy, la situación se ha ‘torcido’. Sainz ha salido con el cuchillo entre los dientes y no ha tardado en pasar a Nasser Al-Attiyah en plena especial, pero en el kilómetro 213 se ha visto obligado a detenerse para reparar una rotura en la suspensión trasera izquierda.

Para más inri, después de ese contratiempo han llegado otros dos pinchazos e incluso ha sido necesaria la ayuda de Mattias Ekström. La pérdida al final de la etapa ha sido de 56 minutos con el ganador y algo más de 35 minutos con Nasser Al-Attiyah.

Con los resultados en la mano, el piloto catarí de Toyota pasa a liderar la clasificación general y Carlos Sainz ha caído al octavo lugar, a algo más de 33 minutos de él.

Es una distancia considerable, sí, pero aún queda un largo camino por recorrer en este Dakar y, visto el rendimiento mostrado por el Audi RS Q e-tron E2, nada es descartable.

De hecho, hay que destacar un dato clave en esta especial: después de la primera parada de Carlos y Lucas, en el siguiente punto de control han ‘volado’ y han recortado alrededor de tres minutos a la cabeza.

Está claro que tanto el bólido alemán como Carlos han tenido el mejor ritmo en este inicio de Dakar. Lo de hoy ha sido un ‘obstáculo’ en el camino, algo más que habitual en el Dakar y que seguramente todos sufrirán en algún momento.

El gran problema es que ya no hay margen de error. Cualquier etapa como la de hoy significaría decir prácticamente adiós a las aspiraciones de victoria. Pero, con miles de kilómetros por delante, esos 33 minutos no son irrecuperables.