Lamborghini no quiere coches eléctricos silenciosos

La marca de Sant’Agata Bolognese no es indiferente a la transición a la electrificación. El Sián es su primer hiperdeportivo híbrido y ya asoma por el horizonte su primer eléctrico, el Cor Tauri, que llegará en 2028.

Marcas como Lamborghini o Ferrari ven cómo el advenimiento del coche eléctrico acabará con el ruido característico de sus motores, de ahí que exista una preocupación compartida por cómo seguir despuntando en el futuro.

El consejero delegado de Lamborghini, Stephan Winkelmann, ha confirmado que el ruido es prioritario para su marca.

"Tenemos cuatro pilares.  Están el diseño y el rendimiento, que siempre los hemos contemplado. ¿Y los otros dos? Son el rendimiento percibido, que es cómo te hace sentir el coche, y el sonido".

"Esos dos son los más difíciles. Con el sonido, tenemos que esperar y ver qué viene. No digo que vaya a ser sencillo, pero va a ser distinto de lo que conocemos hoy en día".

"Ya estamos trabajando en el rendimiento percibido. Creo que el software dará pasos adelante importantes para mejorar la aceleración lateral y el contacto entre la máquina y el conductor".

Winkelmann ha enfatizado que el papel de Lamborghini es vender sueños, no reinventar la movilidad.

"Nosotros no vendemos movilidad, sino que vendemos sueños. Tenemos que mantener esos sueños, tenemos que mantener la promesa de que los coches estarán orientados al rendimiento".

"No se trata tan sólo de los números o la aceleración longitudinal, sino del movimiento, de la aceleración lateral…"

Lamborghini tendrá cuatro coches completamente eléctricos en su gama a finales de esta década. Dos de ellos serán superdeportivos y los otros dos serán coches más versátiles. Está previsto que uno de ellos sea el nuevo Urus –o su sucesor–.