No ha cambiado desde 2017, pero nos sigue enamorando: Así es el Volvo XC60 Black Edition

Lo que funciona mejor no tocarlo. Eso se dice, ¿verdad? Pues eso parece haber llevado a la práctica Volvo con su XC60, un SUV cuya segunda generación llegó en 2017 y que desde entonces ha permanecido prácticamente invariable. Y al cliente parece no importarle, porque si se repasan las cifras de la marca sueca a nivel mundial el XC60 es su modelo más vendido. Claro, que si la versión de la que hablamos es la llamada Black Edition, ayuda.

Hemos podido probar este XC60 Black Edition durante un evento de Volvo en Asturias y comprobado de primera mano las razones de su éxito. Eso sí, la estética que propone esta versión tiene tantos defensores como detractores. Al menos, entre los colegas de la prensa que me acompañaron. Yo me encuentro entre los primeros, y es que la masiva utilización de color negro le aporta al SUV sueco un plus de agresividad que le distingue muy claramente del resto de variantes. En el debe, eso sí, tiene algunas cosas. Por ejemplo, que la palabra Volvo situada sobre el portón del maletero apenas se distingue, lo mismo que sucede con la insignia T6 que 'bautiza' al motor. La parrilla delantera aparece algo más diferenciada, pero también en color negro, lo mismo que las llantas de 21 pulgadas, bonitas pero que requieren estar más atentos de lo normal a los bordillos a la hora de aparcar.

Este baño de color negro brillante tiene otra consecuencia, y es que la mirada del XC60, con el clásico martillo de Thor de la marca sueca, se hace mucho más intensa. Estos faros, por cierto, son full led y cambian de luces cortas a largas de forma automática.

INTERIOR CONFORTABLE A MÁS NO PODER... PERO QUE ACUSA EL PASO DE LOS AÑOS

Corren tiempos en los que el entramado digital de los coches es el que en gran medida logra dar la apariencia de modernidad o no del interior, y está claro que al XC60 se le nota el paso de los años, aunque la clásica sobriedad de la marca hacer que no 'cante' tanto. La pantalla central es de 9 pulgadas y su aspecto es vetusto, pero las apariencias son precisamente eso, y lo importante es que Volvo integra actualmente el actualizado sistema Google Android –por ejemplo, Google Maps se puede usar sin sincronizar el teléfono, algo medianamente engorroso para los usuarios de Apple porque Apple CarPlay requiere cable–. Su manejo es sencillo y eficaz, y también se puede mostrar sobre la pantalla una muy útil cámara de 360 grados. Más moderno se ve el cuadro de mandos, totalmente digital y capaz de mostrar diferentes informaciones, navegador incluido. No se echa nada en falta, que en el fondo es lo importante.

La estética que ofrece la versión Black Edition, como en el exterior, también tiene cosas específicas. No obstante, la total oscuridad que se siente por fuera no tiene su continuidad en el habitáculo. Hay terminaciones en aluminio y una palanca de cambios fabricada en cristal por Orrefors, artesanos de origen sueco, que además está retroiluminada. Su acabado es espectacular.

Se trata además de un habitáculo bien iluminado, algo que se consigue en gran parte gracias al techo solar panorámico presente. Es laminado y protege contra los rayos uva. Por su parte, los asientos vienen tapizados en cuero Nappa negro y son muy cómodos, tanto en la parte delantera como en la trasera. En ambas filas el espacio es generoso, tan sólo en la trasera el adulto que utilice la plaza central irá más justo. Nada que no pase en rivales como el BMW X3. En el debe, algunos detalles en negro piano. Ya sabéis lo que eso significa en términos de limpieza.

También hay que apuntar que esta versión viene de serie con un equipo de sonido de altos vuelos firmado por Harman Kardon con 14 altavoces y 600 vatios de potencia que hará las delicias de los melómanos. No obstante, si se es muy exigente en este apartado también hay opción a equipar un conjunto superior de Bowers & Wilkins.

Respecto al maletero, cubica unos correctos 468 litros, 15 menos que en las versiones microhíbridas, que pueden ampliarse a 1.395 si se abaten los asientos traseros.

UN MOTOR HÍBRIDO ENCHUFABLE PODEROSO

El motor del Volvo XC60 Black Edition que hemos probado es el denominado T6, o lo que es lo mismo, el híbrido enchufable de menor potencia de los dos que tiene a la venta la marca sueca. Tiene 350 caballos de potencia y un par máximo de 659 Newton metro. El motor de gasolina es un 2.0 litros con 253 caballos. La batería que alimenta el sistema eléctrico es de 18,8 kilovatios hora, 14,4 de ellos útiles, lo que permite una autonomía eléctrica de 81 kilómetros. Es una cifra que se ha quedado algo desfasada –llegar a 100 kilómetros o incluso superarlos está a la orden del día–, pero en todo caso suficiente para completar trayectos cotidianos sin gastar apenas gasolina. La tracción es total y el cambio, automático de ocho velocidades por convertidor de par.

En la práctica, se trata de un conjunto capaz de hacer que el XC60 enseñe los dientes si así se requiere. No es su cometido, pero este SUV ofrece diversión si algún día nos levantamos con ganas de marcha –acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 5,7 segundos–. Si no, la suavidad de reacciones será la tónica. A todo esto también ayuda una suspensión que llega a un perfecto compromiso entre confort y firmeza. Las inercias de la carrocería no son más que las inevitables, mientras que el paso por las irregularidades del asfalto es bueno, ya sea en carretera o en ciudad. Además, como opción hay una suspensión neumática.

Tal y como sucede en todos los híbridos enchufables, tener al día la carga de la batería es vital para lograr unas buenas cifras de consumo. Durante nuestra prueba pudimos agotar la autonomía eléctrica y, una vez llegados a ese punto, el consumo del XC60 se fue por encima de los 9 litros a los 100 con facilidad. Al hilo de la recarga, admite un máximo de 6,4 kilovatios por corriente continua, lo que requiere unas tres horas de conexión para volver a estar al 100% en condiciones ideales.

El cambio es suave y efectivo, mientras que la dirección es la típica de Volvo, agradable al tacto y precisa. También merece elogios el tacto del freno, punto crítico en los vehículos electrificados y que, sin llegar a ser totalmente natural, ofrece una respuesta sin altibajos.

UNA VERSIÓN DISTINGUIDA... QUE HAY QUE PAGAR

El precio de lanzamiento del Volvo XC60 híbrido enchufable de 350 caballos es de 67.300 euros, cifra que asciende hasta un mínimo de 73.168 euros si se quiere disfrutar del Black Edition que hemos probado. Son prácticamente 6.000 euros de diferencia a cambio de los cuales se disfruta de un equipamiento más completo y de una estética que ciertamente le cambia el carácter al coche. Pocas veces un Volvo ha tenido una imagen tan agresiva como la de este Black Edition, algo a lo que hay que añadir lo que ya sabíamos del XC60, que es un SUV de altos vuelos y gran polivalencia que carece de defectos graves... por muchos años que hayan pasado.