Briatore puede vender optimismo, pero Alpine volvió a las andadas en Silverstone

Pero luego vino el resultado de la Clasificación y la Carrera. Dicen que las palabras se las lleva el viento, sobre todo sin son deseos. La realidad es terca y acaba poniendo a todos en su sitio. Las unidades de potencia, tan empleados para visualizar los planes de futuro, lo aguantan todo… pero es la realidad la que a la postre decide si tenían base o eran ficción.

En Austria, Alpine salvó los muebles, al menos tuvo derecho al beneficio de la duda. En Silvestone rodó todo por los aires. Con un coche ni siquiera tomando la salida por problemas de cambio y el otro acabando a dos vueltas. Me imagino que este lunes el tradicional ‘aquelarre’ tras un GP habrá sido movido, muy movido.

El ‘Plan Briatore’ tiene muchas facetas aún inconcretas. Restructuración del equipo, quizás pasarse al motor Mercedes y contar con el mejor piloto disponible del mercado, un Carlos Sainz  del que Flavio no entiende como está aún libre.

No sé si está convencido de lo que dice, quiere dar la impresión de estarlo o es truco de vendedor para evitar que el edificio se desmorone aún más y lograr que los posibles fichajes no huyan despavoridos antes de escuchar planes y ofertas. Si la F1 ha perdido a Steiner -parcialmente, porque sigue ejerciendo como comentarista- ha salido ganado con la recuperación de Briatore, alguien que siempre ha dado que hablar. 

De momento, el anuncio de fichajes se sucede en Enstone, aunque parece obvio que se trata más de una coincidencia temporal que los primeros efectos de sus directrices.

Pero Briatore tiene ya claro, al menos debería, que se enfrenta a una gran tarea… y que segundas partes no siempre fueron buenas.