¿Prepara Ford un 'Bronco Cross' híbrido para fabricarlo en Valencia?

Hace unas semanas dábamos una exclusiva: el Ford Bronco Sport era el modelo elegido para fabricarse en Almussafes en 2026… pero otra de nuestras fuentes, y así lo decíamos en el mismo artículo, nos apuntaba otra cosa: "También se está hablando de un crossover con base en el Focus, pero no llegaríamos a los plazos asignados". Pues bien, Ford ha dado luz verde a este segundo proyecto, con 300.000 unidades al año de producción y… retrasando su fabricación a mediados de 2027. Por tanto el Bronco Sport no se fabricará en la planta de Valencia, pero, ¡atentos! porque el nuevo modelo podría llamarse ¡Bronco Cross!

OBJETIVO: UN CROSSOVER ENTRE EL PUMA Y EL KUGA

Para vender 300.000 unidades cada año un coche debe tener un muy buen precio, varios tipos de mecánica, carrocería SUV o crossover y ser fácilmente exportable a todo el mundo, porque vender ese volumen de unidades de un solo coche en Europa hoy en día es una tarea titánica, y más aún para Ford, concentrada en el beneficio y no en el volumen de ventas. Para lograr esas cifras, uno de los coches en el punto de mira de Ford es el Toyota Corolla Cross. El crossover de la marca japonesa ha superado las 500.000 unidades vendidas en 2023 en todo el mundo, y eso sin perjudicar apenas en ventas –'canibalizar' se llama en la industria– al SUV familiar y rival del Ford Kuga, el Toyota RAV4. La fabricación de un compacto con estilo SUV, vamos a llamarlo 'Ford Cross', coincidiría con el pronóstico de nuestra fuente: "se está pensando en un crossover derivado del Focus". Este modelo sería, industrialmente, 'fácil' de producir en Valencia, porque el Focus comparte plataforma y muchos componentes mecánicos con el actual Ford Kuga, por lo que este tipo de vehículo encajaría como un guante en la planta valenciana.

Así pues, todo apunta, aunque sin confirmación oficial, a que Ford fabricará un modelo en torno a 4,5 metros de largo, de estilo SUV o crossover, con un posicionamiento comercial entre el Puma y el Kuga y rival del Toyota Corolla Cross en el mundo y, en Europa, de los Kia XCeed, Cupra Formentor o Renault Arkana. 

MOTORES HÍBRIDOS… Y ELÉCTRICOS 

Ford especifica en su comunicación que el nuevo modelo será multi-energía, así que podemos esperar un coche que tenga motores híbrido enchufable y eléctrico, imprescindibles para un mercado europeo cuya mecánica más prevalente en pocos años es, ahora mismo, una incógnita. Esta 'multi-energía' ya se aplica en el renovado Ford Puma, que este mismo año tendrá una versión eléctrica que se sumará a las de gasolina microhíbridas. La mecánica híbrida del Kuga –con 190 caballos– puede ser válida –aunque fue estrenada en el Mondeo y recibiría una puesta al día– pero el híbrido enchufable necesitará un más autonomía eléctrica, y por tanto más batería, para alcanzar al menos los 100 kilómetros que ya tiene, por ejemplo, el renovado Cupra Formentor… y tendrán todos los rivales de esta categoría en Volkswagen. En cuanto a la mecánica eléctrica, la apuesta mínima debe ser llevar la autonomía a los 500 kilómetros en las versiones de mayor rango, y contar con baterías de litio, hierro y fosfato –LFP– en las de acceso de gama. No descartemos los motores gasolina, sobre todo en versiones de exportación a mercados donde las normativas de emisiones no sean tan duras. Sin duda los ingenieros tienen trabajo por delante.

¿QUÉ NOMBRE TENDRÁ EL MISTERIOSO MODELO DE FORD?

Entre los diseñadores hay tres propuestas. Perfilarlo con un estilo claramente aventurero –Bronco Cross–, con un estilo deportivo –vamos a llamarlo Capri Cross– o con un estilo más convencional –Explorer o Kuga Cross–. El que tiene más sentido comercial en plena ola aventurera es el Bronco Cross, pero Ford también valora lo mucho que se vende el Ford Puma.

LA RESPUESTA, EN 2026

Todos estos datos se acumulan en el 'briefing' económico que Ford ha aprobado para el 'proyecto Valencia', un coche capital para la marca, que se espera que sea su modelo más vendido en Europa, que de un volumen de trabajo a su principal fábrica fuera de Estados Unidos y que permita que el fabricante tenga unas cuentas saneadas mientras el público empieza a comprar coches eléctricos y éste pone en marcha otra vez sus proyectos para este segmento.