Alfa Romeo 166 y 156 GTAm: unos ejemplares únicos, rabiosos y desconocidos

Actualmente, la casa Alfa Romeo pasa por una etapa relativamente agitada. Volvió a sus orígenes con el Giulia y pretende regresar a la senda del éxito y las ventas con los SUV Tonale y Milano, mientras se prepara para la adopción completa de la movilidad eléctrica. La berlina Giulia recibió además las versiones Quadrifoglio Verde y GTAm, ésta última muy exclusiva, ambas con un corazón en forma de V6 y origen Ferrari. Nada menos que 540 caballos se agazapan bajo su capó.

A comienzos de siglo, la familia 156 engrosó con la llegada del GTA, una versión especial, aligerada y con un V6 de 3.2 litros dispuesto a entregar 250 caballos que estuvo en venta hasta 2005, cuando entró en escena el 159. Pero pocos saben, o recuerdan, que los ingenieros crearon una variante todavía más especial y bautizada ya como GTAm que desvelaron en el Salón de Bolonia de 2002.

En ella trabajó la ingeniería N.Technology, la encargada de las actividades deportivas del Grupo Fiat y de poner a punto los 156 del campeonato de turismos, con el que ganaron tres temporadas consecutivas a nivel europeo y el tercer lugar en el mundial de 2005.

El cambio tal vez más significativo fue el incremento de cilindrada del V6 hasta los 3.5 litros, acompañada de una subida de potencia hasta los 300 caballos a 6.800 revoluciones por minuto. Los frenos Brembo que se colocaron eran de 330 milímetros en las ruedas delanteras. La carrocería se ponía también a punto como si de un coche de carreras se tratase, con paragolpes y capó específicos fabricados en materiales compuestos. La trasera también recibía un ensanchamiento, así como un difusor coronado por dos salidas de escape a los extremos. El conjunto lograba reducir en 30 kilos la masa del coche frente al GTA.

Alfa jamás lo llegó a mostrar en ningún salón al gran público, pero también preparó una variante de las mismas características del 166, su buque insignia, sobre la segunda generación aparecida en 2003. Mecánicamente hacía gala de los mismos componentes que el anterior, pero por fuera se trataba de un automóvil mucho más discreto.

La firma decidió apostar un poco más alto y pensó en colocar el V8 de Maserati y 390 caballos en el vano de este modelo, junto a un conjunto de tracción total Q4. Sin embargo, en este caso, el proyecto resultaría demasiado costoso y, en última instancia, el mandamás por aquellos tiempos, Luca Cordero di Montezemolo, decidió cancelarlo tras un puñado de prototipos fabricados debido a que lo veía como un rival en casa para el Quattroporte.

¿Y cuál fue la razón de la no existencia del 156 GTAm? Tal vez nunca se llegue a saber y solo podamos especular, pero si comparamos sus características con las de sus eternos rivales alemanes comprobaremos que las generaciones del M3 y RS4 Avant coetáneas situaban sus potencias por encima de los 340 caballos. Y a ello había que sumarle lo más importante, pues mientras que el BMW hacía gala de su tracción trasera y Audi de su mundialmente alabada tracción Quattro, estos potenciales bólidos del 'Cuore Sportivo' se conformaban con la tracción a las ruedas delanteras de sus coches existentes.

Quizá y solo quizá, los directivos veían a esta versión lejos de las prestaciones de sus rivales, todo y a pesar de contar con un diferencial autoblocante por acoplamiento viscoso en el eje delantero y la opción de la tracción total Q4 de los modelos Crosswagon —que incrementaría en demasía, todo sea dicho, el peso del conjunto—.