Sainz respira tranquilo, pero sigue alerta: "Aún quedan 175 kilómetros"

"Con una hora de diferencia puedo sentirme más tranquilo, pero aún quedan 175 kilómetros. Para ganar hay que cruzar la meta primero", señaló. El recuerdo de aquel tercer título mundial de rallies que se esfumó a 800 metros de la meta sigue vigente. Crucemos los dedos.

Sainz salió muy deprisa en una etapa en la correr era un riesgo de pinchazos "pero ha sido una etapa limpia. Sólo un pinchazo lento al final", señaló. En cualquier caso, estaba bien escoltado por Peterhansel y Ekström, dispuestos a sacrificarse por él. El sueco ya había bromeado la víspera: "Carlos me debe ya dos… y no son baratas", refiriéndose a las veces que se había detenido en las etapas anteriores para darle ruedas.

Las cosas para él cambiaron cuando vio a Loeb detenido y el francés le hizo señal de que estaba bien. "Después pilotamos con más precaución. Había muchísimas piedras, podían pinchar, había polvo… algunas veces no veías nada y necesitas un poco de suerte porque incluso si vas muy lento puedes pinchar".

Carlos puede estar aliviado con su ventaja pero ello no significa que baje la guardia o deje de estar alerta. Seguro que en el campeonato hace repasar el coche de arriba abajo. La etapa ha sido muy dura y aunque a primera no se vea o él no haya notado nada, siempre hay algo que puede haber quedado tocado. "Vamos ha darle un buen repaso al coche, la etapa ha sido durísima".