Van der Garde o cuando Sauber llegó a Australia 2015 con tres pilotos oficiales firmados

Tras debutar en la Fórmula 1 en 2013 con Caterham, en el que tuvo que lidiar con un coche muy poco competitivo, Van der Garde firmó con Sauber como reserva para el primer año de motores híbridos. El de Países Bajos rodó con el C34 en los test de Barcelona y también en algunas sesiones de Libres 1 con el objetivo de conseguir un asiento para 2015.

Después de un 2014 para el olvido, con el casillero a cero, Sauber prescindió de Adrian Sutil y Esteban Gutiérrez. Van der Garde, en teoría, tenía acordado un asiento para el año siguiente, pero el equipo acabó anunciando a Ericsson y Felipe Nasr como pilotos oficiales, ambos con sendos patrocinadores como Silanna y Banco do Brasil respectivamente. Por ende, Giedo llevó el asunto ante la justicia.

Según la versión de Van der Garde, en su contrato para 2015, en el que estaba apalabrado un asiento, habían adelantado la inyección económica de sus patrocinadores para ayudar a Sauber a salir adelante tras un inicio muy duro con los motores híbridos. Los tribunales suizos le dieron la razón al piloto de Países Bajos y la semana previa al inicio de la temporada, la justicia australiana ratificó dicha decisión, además de negar la apelación de Sauber.

En Sauber, priorizaron el aporte económico de Nasr y Ericsson para salvar el empleo de hasta 330 personas, dado que en aquel inicio de 2015, atravesaban una situación económica muy difícil. Además, en la semana previa al GP de Australia, declararon que dejar correr a Van der Garde, quien aún no había probado el C34, sería algo muy peligroso que pondría en juego el bienestar y hasta la vida del piloto de Países Bajos.

Van der Garde viajó a Australia, al otro lado del mundo y con él presente en Albert Park, estaba claro que la situación iba a pasar a mayores. Sauber tenía en ese momento a tres pilotos con contratos de piloto oficial válidos y sólo dos asientos. La prioridad de la estructura suiza eran, obviamente, Ericsson y Nasr, pero Giedo iba a agarrarse a toda costa a sus opciones de seguir en Fórmula 1.

El jueves 13 de marzo de 2015, horas antes de los Libres 1 del GP de Australia, Van der Garde entró al garaje y se puso el mono, pero vio que tenía el nombre de Ericsson y las medidas del coche estaban al gusto del sueco. Tras ser ignorado por el equipo y vivir momentos tensos, el de Países Bajos se echó atrás y se descartó para el resto del evento con el fin de poder hablar con Sauber en los próximos días.

Si bien Sauber puso fin a la incómoda situación de tener a tres pilotos con contrato, tuvieron que indemnizar a Van der Garde con una gran compensación económica -cifrada en unos 15 millones de euros- que acabaría sorprendiendo al piloto. El equipo llegó a declarar ante la prensa que tenían argumentos para ganar el caso en los tribunales, pero no querían ir más allá en ese asunto extradeportivo en mitad de una temporada.

La jefa de equipo de Sauber en aquel entonces, Monisha Kaltenborn, abogada de profesión, fue muy cuestionada, aunque pudo salvar el cargo tras el paso hacia delante que dieron en rendimiento en 2015. Siguió al frente de la estructura de Hinwil hasta mediados de 2017, dónde dejó su cargo para dejar paso a Frédéric Vasseur, quien lideró al equipo las siguientes cinco temporadas bajo el nombre de Alfa Romeo.

Semanas después, Kaltenborn reconoció ser una de las culpables de toda la polémica que se generó durante toda la previa de la primera carrera de 2015. La abogada india temió acabar incluso en prisión por lo ocurrido, pero pudo continuar en su puesto de trabajo sin problemas. Van der Garde y Sauber rescindieron el contrato y el nuevo piloto de pruebas y reserva fue Raffaele Marciello, quien disputó hasta cuatro sesiones de Libres 1 ese año.

Van der Garde tuvo claro que nada más desvincularse de Sauber, sus opciones de construir una trayectoria en Fórmula 1 habían llegado a su fin. El de Países Bajos se pasó a la Resistencia, donde cosechó éxito con los LMP2 hasta oficializar su retirada el pasado sábado 16 de diciembre. Su figura quedará en el recuerdo del Gran Circo al ser uno de los grandes protagonistas del GP de Australia 2015.