Ricciardo huye de las excusas tras una "carrera miserable": "La mano está bien"

Y eso que el fin de semana había arrancado de forma favorable para él, aunque tampoco consiguió meterse entre los ocho primeros en la Sprint del sábado. En ese momento, parecía que tenía cierta velocidad, dentro de las limitaciones de su AlphaTauri. Pero la carrera del domingo fue desesperante para él. Durante la primera parte de la prueba consiguió rondar los puntos, pero después perdió todo el rendimiento.

De pronto empezó a ver que se iba hacia la última posición, lugar en el que finalmente vio la bandera de cuadros. Pasó por encima de restos que dañaron su conducto de frenos, algo que hizo que sufriera una "pérdida significativa de carga aerodinámica y equilibrio", de acuerdo con las declaraciones que recoge Motorsport Week.

Así que no ha querido poner como excusa su estado físico. "Probablemente me sentí peor después del Sprint que tras la carrera larga; digo peor, pero obviamente todavía estaba bien. Pero sentí que salí del coche probablemente sudando más, así que tal vez fue solo un buen calentamiento para mí", ha analizado.

Pero también ha querido ser positivo, porque cree que hay cosas buenas que sacar tras la cita en el Circuito de las Américas. Por eso, ha advertido que "la mano no es excusa, eso estuvo bien, y lo hicimos bien" en el momento del regreso, porque no quería tener dudas del rendimiento. Ha admitido también que él, físicamente, se siente bien tras el GP.

Los problemas estaban en el monoplaza, después de haber sido dañado. Incluso pensó en abandonar, según ha relatado. "Supongo que eran restos porque mencionaron a Stroll. Creo que estuvimos cerca pero no creo que nos tocáramos. Debemos haber recogido algunos restos en alguna parte y eso hizo que nuestra carrera fuera bastante miserable, no voy a mentir", ha confesado, para después lamentar que la mayor parte de su carrera fue "una desgracia".

"Le dije al equipo: 'Lo siento chicos, no tengo nada en este momento. Realmente no puedo hacer nada", ha recordado. Después, le dijeron que había daños en la parte delantera de su monoplaza.

Al final, terminó la carrera con la única finalidad de "aprender algo", de acuerdo con lo que, según ha dicho, le quiso transmitir al equipo durante la carrera.

"Como mucho somos un coche del top 10, y cuando le sumas los daños estamos sin duda fuera de los puntos", ha analizado Ricciardo. Cabe recordar que Yuki Tsunoda, su compañero de equipo, terminó octavo.

Sin embargo, esto no le va a frenar de cara a las próximas carreras. Ahora hay dos seguidas, México y Brasil, antes del doblete en Las Vegas y Abu Dabi que dará por finalizada la temporada. "Hay cosas que me dan confianza: la forma física en carrera, la mano, algunas cosas... incluso al ponerme al volante en los Libres 1, en la primera vuelta sentí que era capaz de empujar y apoyarme en él", ha sentenciado.