El mayor riesgo de Verstappen, por la vuelta rápida

Hay que decir que ha sido una carrera interesante, sobre todo en lo relacionado con la estrategia. La Scuderia Ferrari ha tratado de aprovechar un coche de seguridad virtual para poner en apuros a Verstappen, pero ni por asomo tenían el ritmo para hacer efectiva esa estrategia.

Por lo tanto, el dominio de Max ha llegado a ser casi insultante. No permite a sus rivales estar en zona de DRS en ningún momento –ni en el inicio de la carrera ni en la relanzada tras el coche de seguridad– y, cuando tiene que adelantar en pista, lo hace con relativa facilidad, sin oposición.

Pero lo más curioso ha llegado al final de la carrera. Max Verstappen lideraba cómodamente, con casi 24 segundos de ventaja sobre Charles Leclerc, y el ‘runrún’ sobre la vuelta rápida ha vuelto a aparecer.

Desde el muro de Red Bull, sabedores de que el neerlandés siempre lo intenta, le han pedido que enfriase sus neumáticos para hacerlo en la vuelta final… ¡pero Max ha pedido realizar un nuevo pit-stop para montar neumáticos blandos!

La ventaja sobre Leclerc no daba lugar a errores. De hecho, la parada ha sido muy buena –2,3 segundos– y ha salido del Pit-Lane con alrededor de tres segundos de margen. Pero Verstappen estaba dispuesto a correr ese riesgo para sumar un punto más.

Una mala parada, una sanción por exceder los límites de la pista… los riesgos tomados por Verstappen y Red Bull han sido enormes. Es cierto que al final ha salido bien, pero los humanos pueden cometer errores y el cuento no siempre tiene final feliz.

Da la sensación de que Verstappen necesita este tipo de riesgos porque puede llegar a aburrirse en carrera. También es cierto que es un piloto muy ambicioso, pero teniendo ya 81 puntos de margen en el Mundial, quizás un punto más no hace la diferencia al final de la temporada.