Ford le teme más a las marcas chinas de coches eléctricos que a cualquier otra

Jim Farley, CEO de Ford, tiene bastante claro quiénes son los principales rivales a batir en el mercado del automóvil. Una batalla por acaparar ventas de coches eléctricos que ya ha empezado a ser encarnizada.

Con fabricantes como Volkswagen y Mercedes-Benz con una apuesta 100% eléctrica para los próximos años, nos encontramos con otros como Toyota, que no ven todavía viable el coche eléctrico en el mercado actual.

Ford está prácticamente comenzando la avanzadilla totalmente libre de emisiones y su CEO asegura que su lucha es contra con marcas chinas como Geely, SAIC, BYD o Changan, con una tecnología de construcción de baterías y una experiencia en la materia muy avanzada.

De hecho, es conocida la alianza de Ford con CATL, que también suministra a BMW y Tesla, así como a otras marcas del sector de la automoción.

Y esta unión les podría conceder la posibilidad de montar baterías con una mayor densidad energética y con hasta 1.000 kilómetros de autonomía, aunque todavía se desconoce en qué plazo podría incluirse esto en la producción a escala.

Es normal, por tanto, que quiera tomar como referencias a las marchas chinas, muy por delante de Toyota y General Motors en cuanto a desarrollo de vehículos 100% eléctricos.

La estrategia de Ford pasa por construir una planta de fabricación de baterías para vehículos eléctricos en Michigan, Estados Unidos. En ella, trabajarán aplicando los procesos de CATL, con los que podría producir paquetes de celdas de baterías a un baje coste.

La reducción del gasto y el desarrollo de vehículos diferenciados de los de la competencia, como el SUV eléctrico de siete plazas que tienen en mente, serán las claves para poder destacar en un mercado cada vez más complicado.

Jim Farley pidió a los gobernantes de Estados Unidos que dejen de ponérselo difícil para evolucionar, ya que un paralización por temas políticos acabará siendo perjudicial para el bolsillo de los compradores.

Se refiere a la investigación que están haciendo en el país por un supuesta irregularidad en el acuerdo que cerró con CATL y que podría violar alguna de las leyes sobre la relación con empresas extranjeras.