Haas protestó y pidió anular las dos últimas vueltas... para intentar que Hülkenberg ganase una posición

Los accidentes entre Alonso y Sainz, que pudieron continuar, y sobre todo entre los dos Alpine –en la ‘resalida’ tras la bandera roja causada por Magnussen–, provocaron una nueva bandera roja y hubo que reconfigurar la parrilla.

Los Comisarios optaron por mantener la misma parrilla anterior, ya que los coches no habían pasado "por ningún lugar significativo que permitiera establecer una clasificación" y que las reglas dicen que en todo caso podrá tomarse la clasificación "del último lugar significativo por el que pasaron los coches".

Aunque la FIA y cronometraje disponen de muchos más puntos de control intermedio que los dos, además de la línea de meta, que se muestran al público.

Haas defiende que en lugar de utilizar la parrilla anterior, se deberían haber utilizado los datos de cronometraje, concretamente los de la línea Safety Car 2. Pero los comisarios entendieron que había que tomar una decisión rápida para poder dar la resalida sin que la carrera durara más de las tres horas, el máximo estipulado. Y señalaron que era potestad del director de carrera utilizar o no la parrilla anterior y estimaron que la línea SC2 no era fiable al estar en una zona de frenada y un coche podía superar a otros por mayor velocidad y no poder negociar la curva.

La protesta de Haas tenía un objetivo: si le daban la razón, Hülkenberg habría escalado una posición más, ya que estaba por delante de Lando Norris a su paso por la la línea de SC2. Su reclamación, sin embargo, no llegó a buen puerto.

Una aclaración más sobre el polémico problema de ‘safety’ y ‘banderas rojas’, que exige una revisión total de las reglas.