Verstappen y los contratos en peligro de extinción 'a lo Vettel'

Max completó su primera temporada en Fórmula 1 junto a Toro Rosso en 2015 y empezó 2016 con el mismo equipo. Sin embargo, tras cuatro carreras, Helmut Marko se dio cuenta del gran talento de Max y sin pensarlo dos veces, le ascendió a Red Bull, donde ha estado desde entonces.

La escudería suele caracterizarse por renovar a sus pilotos de año en año, pero con Max siguieron un esquema diferente que ahora repiten. En 2017 le renovaron hasta 2020 y ahora amplían otros tres años más la relación, una práctica que recuerda a lo que hicieron con su gran campeón, Sebastian Vettel. Dentro del cruel mundo de Red Bull, al que pocos sobrevivieron, al alemán le mostraron gran confianza, renovándole con contratos de dos años en 2009, 2011 y 2013 en lugar de ir temporada a temporada, como hacen normalmente.

El primer contrato de dos años de duración de Vettel lo firmaron a mitad de la temporada 2009, cuando el alemán ya acumulaba cinco podios en un año en el que terminaría subcampeón, justo antes de comenzar su dominio.

Verstappen ha sido este año tercero, sólo por detrás de Mercedes. Es posible que Red Bull haya visto en Max algo similar a lo que vio en Vettel en 2009. Igual que Sebastian entonces, Max se dibuja estos años como una de las grandes promesas del futuro y los de Milton Keynes no pueden dejar que ningún rival les robe su futuro más preciado. 

Ellos le necesitan para ganar más que él a ellos, por eso se aseguraron la renovación de Honda hasta 2021 para convencer a Max de quedarse, pues no es que Helmut Marko disponga ahora mismo de la cantera más nutrida de su historia.

Viniendo de un mundo que ha dejado tantos juguetes rotos por el camino como Red Bull, contratos de dos años como los de Vettel o de tres como el de Max significan una confianza extra escasa en Fórmula 1 en estos días.