Verstappen 'la toma' con su ingeniero tras la Q2 y éste ni se inmuta

"Debíamos haber empujado dos vueltas seguidas, como dije", vociferó por la radio a su ingeniero, Gianpiero Lambiase, sin que éste se inmutara y se limitara a decir estoicamente: "Has entrado, Max".

Entrado, dejándose los pelillos del culo en el intento. Sólo unas décimas le separaron de la exclusión, lo que le hubiera relegado a salir fuera del 'top 10'.

"Me importa una mierda si entro en la décima posición. Ha sido una ejecución de mierda", siguió increpando. Otro que no fuera Lambiase posiblemente habría estallado, pero el italiano ni se inmutó.

"Está bien, y luego, cuando la pista era dos segundos más rápida en tu última vuelta, no te habría quedado energía. ¿Cómo habría ido?", señaló Lambiase.

El ingeniero italiano remató la situación: "Dime qué quieres hacer en la Q3 y lo haremos. Dime qué juegos de neumáticos quieres, cuánta gasolina te ponemos… cómo lo ejecutamos. Lo haremos".

Max no respondió. Sabe que necesita a su equipo. Sabe que necesita a Lambiase. Pero él es no ya de los que no le gusta perder ni al parchís, sino de los que no sólo quiere ganar sino 'aplastar'.

Ese sentimiento dicen que le ha jugado más de una mala pasada en las carreras virtuales y que ha llegado a desconectarse en alguna partida tras cometer un error.

No es la primera vez que muestra su disconformidad por radio de forma un tanto altisonante. Pero está claro que los campeones muestran su disconformidad cuando no ganan y creen que el error es de otros.