Un Alonso-Hamilton en Canadá, espectáculo garantizado

Ha sido una carrera con más ‘picante’ del esperado. Es cierto que Max Verstappen ha vuelto a ganar, pero en esta ocasión no ha sido por más de 20 segundos –como ocurrió en la última carrera, por ejemplo–, sino que ha tenido que ‘trabajar’ para dejar atrás a los otros dos campeones de la parrilla.

Pero el verdadero espectáculo estaba en la pelea entre Hamilton y Alonso. El heptacampeón británico ha realizado una meteórica arrancada y ha arrebatado la segunda plaza al español en los primeros metros de la carrera, pero obviamente Fernando no se rendiría.

El ovetense ha estado durante buena parte del primer ‘stint’ en zona de DRS con Hamilton, pero no encontraba la manera de efectuar la maniobra. Después ha llegado el coche de seguridad –por el accidente de George Russell– y, en el segundo stint, la vida seguía igual.

Ha sido en la vuelta 22 cuando Alonso ha encontrado el hueco. El piloto de Aston Martin ha salido muy pegado de la horquilla del tercer sector y ha aprovechado el DRS en la recta trasera para abalanzarse sobre Hamilton por el interior de la curva 13 con una espectacular frenada.

Poco después, Fernando ha tirado con todo y no sólo ha conseguido rápidamente una ventaja de un segundo sobre Lewis –para no permitirle abrir el DRS–, sino que se ha permitido el lujo de marcar un ritmo parecido al de Max Verstappen.

No obstante, la pelea entre Alonso y Hamilton aún no había terminado. El inglés ha realizado su segunda parada en la vuelta 41 y ha montado neumáticos medios, mientras que Alonso ha parado en la vuelta siguiente y ha puesto duros.

En ese contexto, Lewis ha intentado aprovechar su ventaja de neumáticos y ha impuesto un ritmo altísimo para tratar de dar caza a Fernando. De hecho, incluso ha provocado un leve error del asturiano y ha llegado a colocarse, a falta de una decena de vueltas para el final, a poco más de un segundo.

A Fernando le avisaban por radio de la ‘amenaza’ del piloto de Mercedes, pero él estaba tranquilo. "Déjamelo a mí", decía Alonso sin contemplaciones.

Y, efectivamente, tras lidiar con problemas en los frenos traseros y verse obligado a hacer mucho ‘lift and coast’, Alonso ha empujado al máximo en las vueltas finales y ha conseguido ganar la ‘minibatalla’ a Lewis Hamilton.

Ha sido un duelo intenso, como siempre cuando se juntan dos campeones de este calibre. Hace diez años ya hubo una preciosa pelea entre ellos en este mismo circuito y el deleite de los aficionados fue máximo.

No me quiero imaginar cómo sería todo esto si, en lugar de ser por una segunda posición, fuese por una victoria. "Tengo ganas de pelear en más carreras con él", ha dicho Hamilton tras la carrera. Todos tenemos esas ganas, claro. En este tipo de duelos, el espectáculo está garantizado.