Todt: "Es muy injusto culparnos de lo que sucedió en Australia"

En un principio, tal y como destaca el francés, no había nadie en contra de que la carrera se celebrara y tampoco de que los aficionados estuviesen en las gradas. Además, tenían el visto bueno del gobierno para seguir adelante, por lo que todo el paddock viajó a Melbourne.

"Creo que es muy injusto culparnos de lo que sucedió en Australia. Las cosas cambiaron muy rápido. 24 horas antes del comienzo de los entrenamientos libres, no había razón para no celebrar el evento. El Gobierno, los organizadores, el promotor y la federación local de automovilismo estaba a favor; todo el mundo estaba a favor", afirma Todt en declaraciones para Sky Sports.

Todo dio un giro de 180 grados cuando uno de los mecánicos a los que se le había hecho el test de covid-19, del equipo McLaren, dio positivo. La escudería decidió no participar en el Gran Premio y a raíz de ese momento, algunos equipos tampoco querían seguir adelante.

"Lentamente, una cosa tras otra hizo que la opinión se dividiera, así que pasamos de que no hubiera ningún problema a que sí los hubiera y a que estos cada vez se hicieran más grandes. Pocos minutos antes del comienzo de los entrenamientos, simplemente ya no era posible seguir", explica el presidente de la FIA.

Todt explica lo compleja que era la situación, dado que no sólo la Fórmula 1 se vio afectada por la imprevisibilidad de la evolución del virus, sino también otras categorías e incluso países enteros.

"Pasó en otras partes del mundo, en otros eventos. Una semana después de Australia, estábamos compitiendo con el WRC en el Rally de México y el sábado, durante el evento, por la presión que había decidimos parar. El día después, en Francia, hubo elecciones. El lunes todo se paró", añade Todt para cerrar.