Sainz salva los muebles de Ferrari en un GP sin ritmo en el SF-23

Desde la formación de Maranello auguraban un fin de semana complicado, pues las características de Zandvoort no favorecían al monoplaza rojo. ¡Pero no esperábamos un domingo con un ritmo tan pobre!

La carrera de Charles Leclerc se ha visto ‘arruinada’ desde los primeros compases, ya que no sólo ha tenido un mal pit-stop, sino también un toque con otro monoplaza que ha dejado su Ferrari sensiblemente dañado.

Con Leclerc abocado al abandono, el sufrimiento lo ha vivido Carlos Sainz. El madrileño, con un coche que no estaba para pelear en la zona delantera, ha tenido que ‘pelearse’ con su SF-23 para hacerlo.

De hecho, el Ferrari no sólo estaba lejos del ritmo de Red Bull, Aston Martin o Mercedes en este circuito, sino que también el Alpine de Pierre Gasly se le ha subido a las ‘barbas’.

El piloto francés, pese a tener una sanción de cinco segundos por exceder la velocidad en el Pit-Lane y verse adelantado por Carlos Sainz con un ‘undercut’, ha podido mostrar el ritmo del A523 y ha conseguido un merecido podio.

Viendo la situación, la quinta posición de Sainz es un resultado ‘mágico’ para el equipo y podría decirse que el piloto español ha salvado los muebles de la Scuderia en este caso.

Carlos ha peleado en el grupo delantero cuando parecía imposible hacerlo, pero también se ha mostrado prácticamente infalible en unas condiciones muy delicadas y ha aprovechado los errores de sus rivales –mala parada de Aston Martin y la sanción a Gasly– para escalar posiciones… aunque a la postre volvería a su ‘sitio’.

Al final de la carrera, pese a tener sus neumáticos en muy mal estado, ha aguantado como un ‘jabato’ los ataques de Lewis Hamilton para cosechar una meritoria quinta posición que, además, le sirve para colocarse quinto en el Mundial –tres puntos por delante de Leclerc y Russell–.

Una cosa está clara: pese a la adversa situación, Carlos se ha mostrado hoy muy sólido. ¿Y cuál es la buena noticia para Sainz y Ferrari? Que el Gran Premio de Países Bajos ya ha terminado y ahora toca mirar hacia Monza, donde esperan ir mejor.