Ricciardo vence una carrera 'de locos': "La parada fue decisiva"

El piloto de Red Bull aterrizaba en Shanghái con la terrible decepción del Gran Premio de Baréin, donde en la segunda vuelta tuvo que abandonar tras un problema de fiabilidad. El desastre volvía en los terceros entrenamientos libres, cuando Ricciardo rompía su motor Renault.

Todo estaba en su contra. Salía a la clasificación, tras un trabajo a contrarreloj de los mecánicos, con menos de cinco minutos de margen. E, incluso, la salida de hoy no ha sido la mejor de todas, ya que no ha progresado y se ha quedado en la sexta posición.

Nadie podía pensar en una victoria y, ni siquiera, en un podio. Pero todo cambió radicalmente cuando en la vuelta 30 ha salido el coche de seguridad. "Ha sido de locos. He escuchado que salía el coche de seguridad en la curva 14 e hicimos esa doble parada, pasó muy rápido. Pero esa parada fue decisiva, no me lo puedo creer", ha descrito Ricciardo la clave de la carrera desde el escalón más alto del podio.

El adelantamiento de la victoria ha llegado a falta de diez vueltas para el final, cuando el australiano ha superado a Valtteri Bottas en la sexta curva en un movimiento muy arriesgado. "Estuvo al límite y fue duro adelantar a Bottas. Vi cómo se defendía pero me fui por el interior. Pensé en abortar… No, es broma –ríe–. Sabía que siempre había suficiente espacio. Los neumáticos agarraban bien y, si me hubiera ido largo, lo hubiera intentado en otra ocasión", ha comentado.

El coche de seguridad ha beneficiado al australiano, pero Ricciardo ha tenido que adelantar en pista no sólo a Valtteri Bottas, sino a todos los grandes favoritos como Sebastian Vettel, Lewis Hamilton, Max Verstappen o Kimi Räikkönen. "Sabía que podía apurar la frenada más que ellos. A veces solo tienes una oportunidad e hice lo que pude", ha concluido.

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