Mercedes intenta tranquilizar a los fans de Hamilton con una carta

UNA CARTA A LOS AFICIONADOS

A los aficionados,

El lunes regresamos de Rusia con emociones encontradas. Por un lado nos sentíamos llenos de orgullo por otro doblete, un hito raro en un mundo tan ultracompetitivo como el de la Fórmula 1, algo que debe saborearse y nunca tomarse a la ligera. Pero por otro lado nos sentíamos dolidos por un Gran Premio estresante. Fue estresante detrás del volante, en el Pit-Wall y en el box, en las fábricas y también para todos vosotros que estabais viendo la carrera.

Hemos visto que se ha aireado mucha frustración a través de internet por los problemas mecánicos experimentados en Sochi. Compartimos esas mismas emociones, pero para nosotros va más allá de la mera frustración. Para quienes veis la Fórmula 1 desde casa, un Gran Premio empieza el jueves por la mañana y termina el domingo por la noche. Un mal resultado te afecta unas cuantas horas, pero la vida sigue adelante. Sin embargo, para más de 1.000 personas de Brackley y Brixworth, ésta es nuestra vida. Estos hombres y mujeres ponen todo su esfuerzo en las carreras, día sí día también, trabajando muchas horas y pasando semanas alejados de sus seres queridos. Lo hacen por la pasión por su trabajo, la lealtad a sus compañeros de equipo y el deseo de ser los mejores.

El éxito que hemos disfrutado recientemente no es un accidente. Para parafrasear a Toto Wolff, nos hemos dejado el culo para estar donde estamos hoy. Lo hemos hecho como un equipo. Las caras que podéis ver en los circuitos son solo la punta del iceberg, son el perfecto ejemplo de lo que esto representa. No sólo hacen los pit-stops, también viajan juntos, comparten habitaciones, comparten comidas, montan el box, ensamblan el coche, reparan los coches accidentados, recogen toneladas de material. Sudan, ríen, lloran, gritan y celebran juntos. Ganan y pierden juntos. Tenemos a los mejores chicos y chicas del mundo. Cada semana hacen un trabajo fenomenal y lo hacen como equipo. No lo hacen ni por un piloto ni por el otro. Lo hacen por sí mismos. Aquí no hay un equipo A y un equipo B. Cada miembro del equipo se ha ganado el derecho de ser considerado del élite de su especialidad, han sacrificado muchas cosas para serlo.

Lo que pasó en Sochi demostró al mundo de qué es capaz un equipo al unísono. Quedamos desconcertados por el fallo del MGU-H en el coche de Lewis durante la sesión de clasificación, pero mantuvimos la calma, pusimos en común nuestros pensamientos y nos lanzamos a la acción. El esfuerzo para que Lewis pudiera tomar la salida el domingo fue monumental por parte de un número significativo de personas, tanto en el Reino Unido como en Rusia. Enviamos el material hasta el circuito en avión y lo incorporamos al tren motriz por la noche. Así Lewis podría empezar décimo sin romper el parc fermé. Eso hizo que el domingo fuera todavía más estresante para cada uno de nosotros, pero al final fue un alivio que ambos coches llegaran hasta la bandera cuadriculada.

Al poco de su pit-stop, vimos un comportamiento alarmante en el MGU-K de Nico. Nos pasamos varias vueltas diciéndole que tenía una buena ventaja sobre Lewis y que podía levantar el pie, antes de que la FIA nos diera permiso para pedirle que cambiara a un mapa motor que sirviera para controlar el problema. Nico no pudo hacerse una idea desde el volante del estrés que había en el Pit-Wall. Cuando marcó la vuelta más rápida de la carrera en el penúltimo giro, lo hizo todavía en el mapa motor 'seguro'. Eso demostró el ritmo que tenía el coche este último fin de semana.

Poco tiempo después de que surgiera el problema de Nico, vimos que la presión del agua había empezado a fallar en el coche de Lewis. En ese momento él estaba apretando para atrapar a Nico y alejarse de Kimi. Tuvimos que volver a esperar la confirmación de la FIA para ver qué podíamos decirle por la radio. Tras varias comunicaciones en las que le dijimos que se lo tomara con calma, nos dieron permiso para decirle que estaba perdiendo presión en el agua. Con una presión de 0 -sí, ¡0!- en las últimas 16 vueltas, el trabajo que hizo para devolver el coche a la línea de meta en segunda posición fue realmente remarcable. Tuvo que mantener la calma para evitar dañar el motor y al mismo tiempo mantener a Kimi a una distancia segura. No estamos seguros de por qué milagro el coche cruzó la meta, pero no nos quejaremos.

En última instancia, nada de esto cambia el hecho que esta temporada no hayamos cumplido nuestras expectativas en cuanto a fiabilidad. Estamos bien en rendimiento, pero tenemos trabajo pendiente. Nuestro objetivo es ser a prueba de balas, además de ser rápidos. No queremos lidiar con los problemas, queremos entenderlos, solucionarlos y asegurarnos de que no se repiten. Estamos trabajando sin descanso para conseguirlo y seguiremos así, pero no hay garantías. Este es un deporte de mecánica, estamos en la frontera entre el rendimiento y la resistencia. Has de buscar los límites y los fallos pueden ocurrir.

Luego hay la imagen general de la situación. Estamos sentados aquí tras un fin de semana que nos ha presentado varios desafíos tanto dentro como fuera de la pista. Pero miremos el resultado. No sólo deberíamos estar agradecidos de que ambos coches cruzaran la línea de meta, también deberíamos sentirnos orgullosos de un resultado que literalmente no podría haber sido mejor, gracias al fantástico esfuerzo de la gente de la fábrica, de ingeniería, el pit-wall, del box y, por supuesto, del cockpit.

Cuatro carreras superadas, quedan 17. Por lo que hemos visto hasta ahora, será una buena montaña rusa. Habrá altos y habrá bajos, habrá días buenos y días malos, éxitos y derrotas. Pero nos mantenemos unidos como equipo, como siempre hemos hecho. A quienes permanecéis con nosotros, os damos las gracias. Al resto, a los haters y conspiranoicos... si podemos convenceros a la mitad, lo consideraremos una batalla ganada.

Juntos, somos W07.Juntos, somos las flechas de plata.