La F1 sondeó a General Motors para que entrara, pero con uno de los equipos existentes

Aunque desde la F1 se han apresurado a asegurar que no tienen nada en contra Andretti, la feroz oposición de varios equipos, algunos de los grandes incluidos, a la entrada del equipo americano, las críticas directas a Mario y Michel “porque las cosas no se hacen así” previas a que la FIA abriera el plazo de solicitudes, parecen sugerir todo lo contrario.

La revelación que refuerza la sospecha de que hay razones de índole personal en el rechazo a los americanos. La agencia de noticias AP señala, además, que lo ha confirmado por tres fuentes… aunque en el fondo, no sólo robarse motores e ingenieros sino también patrocinadores o motoristas ha sido algo que ha pasado siempre en F1.

AP ha revelado que cuando Mario Andretti entregó un premio de la Fundación Italo Americana a Stefano Domenicali, el CEO de la F1 no contestó a la felicitación de Michael. Y que éste debió ‘perseguir’ a Domenicali para forzar una reunión en Austin.

Como hemos dicho, las razones públicas de la negativa de los equipos son endeble. Casi todas las críticas que se le hacen -el valor que aportan a la F1- podrían aplicarse con igual o mayor razón a la mitad de la parrilla por lo menos. El "no necesitamos otro equipo", "estamos bien así"...., revela el miedo, casi pánico, ante una nueva entrada fuerte. La razón económica, simplemente cuestión de dinero, evocada por Mohammed Ben Sulayem parece mucho más real.

Pero tendrán que hilar muy fino con todo ello. El Pacto Concordia prevé hasta 12 equipos y hasta 25 Grandes Premios. Pero sólo vale hasta 2025. Para 2026 debe haber una nuevo.

Es obvio que Liberty no desea ofrecer más dinero a los equipos, iría en contra de sus beneficios. Pero también que el dinero ingresado por la F1 es cada vez mayor.

Liberty está obligada a negociar con Andretti y también con los restantes equipos el ‘post 2026’. Ello no es baladí porque la estrategia anti-Andretti es también una estrategia de presión en la negociación con Liberty. Guerra a tres bandas, cuya solución más rápida es ‘eliminar a Andretti.

“No es nada personal, sólo cuestión de negocios”, vienen a decir, como la mafia. O si prefieren el western a las películas policíacas, seria algo así como “uno de los dos sobra en este pueblo y no soy yo, foratero”. Traducido:  “No vas a entrar, advenedizo”

Todo puede acabar en los tribunales. Pero con las normativas anti trust y sobre la competencia, tanto en Europa como en USA, parece difícil que Liberty, la FOM, pueda  negarse a la entrada de Andretti. Podrían arriesgarse no sólo a aceptarlos sino a una multa millonaria. La F1 no es -todavía, afortunadamente- una franquicia. Y difícilmente lo será porque Ben Sulayem lo ha dicho claramente: el campeonato es nuestro y sólo lo tenemos alquilado… aunque sea por 100 años, lo que no deja de sorprender porque aparentemente podría colisionar con muchas normas.