La continuidad de Binotto, en el aire

Aunque no hace mucho John Elkan, el presidente de Ferrari, reafirmó su confianza en Binotto y la apuesta de éste en la estabilidad del equipo —los continuos cambios han sido uno de los problemas de Ferrari —, parece que la paciencia tiene un límite.

Ahora, una de las cosas que critican de Binotto es que no haya habido despidos después de tantos errores tácticos, que se repitieron este fin de semana en Brasil. Charles Leclerc ha mostrado esta vez su cabreo por el fallo después de que en otras ocasiones, tanto él como Carlos Sainz, se hubieran lamentado de decisiones del box, en algún momento de forma contundente.

Los rumores señalan que en Maranello comienzan a pensar que mantener alto el espíritu del equipo es importante, incluso en un equipo donde el politiqueo interno ha hecho mucha mella en el pasado, no es suficiente. Y siempre hay excusas para otros problemas.

Quizás la decepción con Binotto es mayor porque el espejismo de un inicio fulgurante —ayudado por los abandonos de Red Bull— hizo que las expectativas estuvieran por encima de la realidad.

No es Binotto el único que está en el punto de mira. También lo está Iñaki Rueda, responsable deportivo y táctico. Algunas de las decisiones, sobre todo la de la elección de neumáticos en la clasificación de ayer, se achaca al español y Matteo Togninalli. La prensa italiana ha sido particularmente dura con Iñaki esta temporada.

Ayer, Carlos ya tuvo sus más y sus menos con los ingenieros —también Leclerc— en la elección de las gomas, Sainz debió sacar todo su genio para oponerse, pese a que lo último que desea un piloto es discrepar abiertamente con sus ingenieros.

No pasará nada antes de que acabe la temporada, en Abu Dabi el próximo fin de semana. Pero parece claro que habrá decisiones duras y no tardarán mucho. Los cambios, sobre todo si son en el personal, deben efectuarse con tiempo suficiente para que los nuevos puedan orquestarlo a su manera antes de que se inicie la próxima temporada.