Hamilton apacigua la polémica de la gorra: "No quiero tensión"

Hamilton, quien hace unos días admitió que podía comprender la reacción de Rosberg, ha vuelto a insistir en que este episodio no tiene más importancia para él y que no tiene por qué torpedinar su relación profesional.

En su columna a la BBC, el británico ha comentado este suceso a la vez que ha aportado más detalles sobre cómo festejó la conquista del Mundial tras su victoria en el Circuit of the Americas.

Iré con Rosberg a las reuniones, como de costumbre

"Estoy al tanto de que se ha hablado en la prensa sobre lo que pasó entre nosotros después de la carrera. No he vuelto a ver a Nico desde la fiesta del domingo, pero iremos juntos a las reuniones como de costumbre y haremos lo que siempre se hace en un equipo: hablar de forma transparente cuando hay algo que discutir. No queremos que haya tensión en el equipo, yo soy un tipo bastante tranquilo".

En alusión a las fiestas posteriores, Lewis ha avisado que no fueron tan monumentales como alguno podría esperar. "El domingo por la noche el equipo hizo una fiesta en Austin. Tomé unos cuantos tequilas con los chicos y luego me fui porque tenía que despertarme temprano para coger un vuelo a Los Ángeles. Tuve un par de compromisos con la prensa ahí el domingo por la mañana y luego me tomé un par de días para mí mismo. No entrené durante dos días y me relajé".

Hamilton tomó el liderato del Gran Premio de Estados Unidos gracias a un error de pilotaje de Nico Rosberg, a quien la tracción de su monoplaza le jugó una mala pasada en las últimas vueltas de la carrera. "Yo iba segundo y pensaba: 'seré más rápido que Rosberg porque ya lo he sido en el pasado'. Me fijé en el coche de Nico y pensé: 'aquí llega el campeonato'. Estaba seguro deue lo iba a pasar. No esperaba que cometiera ese error, pero no es tan fácil cuando llevas a alguien en tus retrovisores. En esas situaciones siempre estás bajo mucha presión".