Frank Williams: "50 años en F1 y seguimos la lucha, aún no me voy"

Sir Frank Williams siempre ha sido un amante de las carreras. Tanto es así que en el año 1966 fundó Frank Williams Racing Cars y compró un chasis de Brabham y motores Ford para poder correr en el Gran Circo. 50 años después y tras muchas anécdotas, el británico sigue dentro del mundillo y el equipo lucirá en sus monoplazas, este fin de semana, un mensaje especial para homenajearle por su larga trayectoria.

"50 años en Fórmula 1. No había pensado mucho en eso. No puedo decir que me ha gustado todo porque ha habido momentos muy complicados. He perdido a mi mujer, a pilotos... Pero la Fórmula 1 siempre me ha tratado muy bien. Siempre me ha vuelto loco la velocidad", ha declarado.

En 1970, su piloto y gran amigo Piers Courage murió tras sufrir un accidente en el Gran Premio de Holanda. Fue un duro palo para Frank: "Era una gran persona. Tenía modales y buen gusto. Fue una gran pérdida. Cuando fui al funeral, estaban presentes todos los pilotos menos uno y no había ojos sin lágrimas".

Tras un primer año algo frustrante, encontró el dinero suficiente para seguir en el Gran Circo, incluso trabajando en una cabina telefónica debido a sus problemas económicos. Finalmente, vendió el equipo a Walter Wolf, y aunque se mantuvo como empleado, decidió unirse a Patrick Head para crear una nueva escudería: Williams Grand Prix Engineering.

"Vincularme a Patrick Head fue muy significativo, fue clave para hacer que esta compañía sea la que es a día de hoy. Hemos tenido muchos éxitos, pero todo se puede resumir con una expresión muy conocida en este mundo: 'Eres tan bueno como tu última carrera'. Vamos a seguir luchando y yo no me voy a ninguna parte".

Pero en marzo de 1986 todo cambió: Frank sufrió un gravísimo accidente de coche cuando conducía de camino al aeropuerto de Niza. Numeras lesiones le causaron una parálisis que hizo que tenga que usar silla de ruedas desde entonces. Gracias al apoyo de su familia, regresó al paddock nueve meses después de lo ocurrido.

No todo quedó ahí. En 1994 la imagen de Williams se vio manchada por el accidente y muerte de Ayrton Senna en el Gran Premio de San Marino de aquel fatídico año. Le acusaron de homicidio involuntario, pero años más tarde le absolvieron. Desde entonces, todos los monoplazas del equipo cuentan con una 'S' en memoria del piloto brasileño: "Ayrton era un piloto con mucho talento y determinación", ha destacado.

Más tarde, la victoria en el Campeonato de Constructores en 1997 con la ayuda del Mundial logrado por Jacques Villeneuve hizo que Williams se convirtiera en el segundo constructor con más éxito de la historia del Gran Circo. Este hito aún sigue vigente, aunque los resultados de las últimas campañas dejan mucho que desear.