Ferrari ya ha parado el desarrollo del SF-23, aunque habrá mejoras para Catar y Austin

La mente de Ferrari ya está puesta en el año que viene. En la Scuderia quieren volver a luchar por el Mundial y con la toalla tirada para 2023, se ponen el objetivo de llegar con el mejor coche posible al GP de Baréin. Si bien lo más importante está a una distancia de casi siete meses, no se olvidan del corto plazo y habrá actualizaciones en Catar y Estados Unidos.

"Para esta temporada, paramos el desarrollo en el túnel de viento a finales de julio, pero aún tenemos piezas nuevas y mejoras que llevamos a Catar y Austin. Para el coche de 2024, todavía estamos pensando en el concepto, los números dicen que tenemos que ser agresivos en el diseño, pero ya vamos al máximo en las simulaciones", ha explicado Vasseur en una entrevista con la Gazzetta Dello Sport.

"Debemos encontrar márgenes para que los pilotos puedan ir rápido sin tener que ir siempre al límite, pero de todas formas, el plazo para el nuevo coche rojo no acaba a finales de año. Tenemos que estar listos para la primera carrera de Baréin en marzo, nos quedan muchos meses por delante", añade.

Por otro lado, Vasseur aplaude la buena comunicación que hay dentro de Ferrari y revela que una vez por semana, se sienta a cenar con el director ejecutivo de la marca, Benedetto Vigna. Con el presidente, John Elkann, también está al teléfono muy a menudo y al contrario que durante su etapa en Renault, las soluciones a los problemas pueden llegar hasta esa misma tarde, no tardan días y días.

"Ferrari es una empresa muy famosa, con un tamaño razonable. Una vez por semana, ceno con Vigna y escucho a Elkann por teléfono. Tener una relación así es una gran ventaja para poder tomar una decisión rápido. Cuando estaba en Renault, para ciertos cambios, había que esperar a que se reuniera el comité ejecutivo, pasaban días y días. Aquí, un problema que planteo, tiene respuesta por la tarde", ha comentado Vasseur para cerrar.