El secreto de McLaren es un camino de evolución opuesto a los demás

Un detalle que ha llamado la atención, porque la mayor parte de sus rivales ha ido introduciendo cambios, mejoras, evoluciones, ya sean importantes o de detalle, en los pisos. El fondo de los coches lo ven como clave para la mejora del efecto suelo.

La clave de McLaren es que ha buscado estabilidad en la pieza más importante, quizás la más complicada y sofisticada. Se ha centrado más en optimizar lo que tiene que en evolucionar o cambiar. Ha trabajado en lo que podríamos llamar 'aerodinámica vista': ala delantera y trasera, el ala adicional trasera, conducto de freno, etc.

Han trabajado mucho en el ala delantera, algo que es clave para el buen funcionamiento del fondo y, en general, de toda la aerodinámica. Han buscado el equilibrio.

Por eso, sus evoluciones son siempre pequeños pasos, no grandes cambios generales, que conllevan el riesgo de error, lo que puede generar problemas o retrasos de comprensión. Todo el trabajo ha ido no en cambiar el piso, sino en mejorar su eficacia.

No han buscado tanto aumentar la carga con un nuevo piso, como los rivales, sino poder llegar a cada GP con un coche equilibrado y eficaz.

El 'Método McLaren' parece llamado a ‘revolucionar’ la forma en la que se afrontarán las evoluciones en el futuro.

Podríamos comparar los dos sistemas diciendo que, mientras unos han intentado conseguir más carga con el mismo aire, a base de cambiar el piso, otros han buscado llevar más aire bajo el piso para mejorar la carga. Este segundo método puede que tenga más limitaciones, pero es más eficaz a corto plazo o se adapta mejor a esta época de prohibición de test. Y quizás, incluso, mejor indicado ahora que, además del ‘techo presupuestario’, hay limitaciones en el uso de datos y túnel de viento.