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Ferrari, Renault y McLaren (éste con su proveedor Honda) juegan un papel decisivo para que las reglas del próximo año permitan seguir con la descongelación de las unidades de potencia durante la temporada y así asegurarse la oportunidad de mejorar para intentar desterrar a Mercedes de su conquista por el título.

Renault, el suministrador de Red Bull y Toro Rosso, parece abierto a salir de la Fórmula 1 si la idea de la congelación de motores para el próximo año sigue en pie, según palabras de Christian Horner, jefe del equipo austríaco. Los rivales de Mercedes están haciendo presión para permitir el desarrollo de los propulsores después de que la FIA quiere volver a exigir una fecha de homologación antes del comienzo de la temporada.

McLaren afronta la resaca del GP de Canadá con numerosas dudas sobre el futuro de su colaboración con Honda en la Fórmula 1. Pese a que desde el entorno de Woking insisten en que necesitan tiempo para recoger los frutos del éxito, lo cierto es que los dos abandonos que protagonizaron en el Gilles Villenueve cuestionan aún más la capacidad de la proveedora japonesa para solventar las profundas carencias de fiabilidad del MP4-30.

Esta temporada está siendo una carrera de desarrollo continua para los fabricantes de las unidades de potencia. Una laguna en el reglamento obligó a la FIA a permitir esta situación a través de un sistema de 'tokens' o partes del propulsor que los motoristas pueden modificar durante el año, algo que Honda y Ferrari han hecho de cara al GP de Canadá. Esto permite una mayor capacidad de evolución que los rivales de Mercedes quieren mantener para 2016.

Honda y Ferrari ya han gastado sus primeros 'tokens' de desarrollo de la temporada de cara al GP de Canadá que se celebrará esta semana en el Circuito Gilles Villeneuve. Una laguna en el reglamento técnico abrió en invierno la puerta a los motoristas para poder desarrollar sus propulsores a lo largo de la presente temporada. Sin embargo, a fecha del GP de Mónaco, ninguno había utilizado la cantidad de tokens disponibles.

Con el inicio de la temporada europea los equipos han empezado a introducir el grueso de actualizaciones a sus monoplazas con el fin de mejorar su rendimiento y reducir la brecha que los separa de sus respectivos competidores. Sin embargo, no todas las escuderías han modificado sus coches, y es que Felipe Nasr ha confesado que el C34 que condujo en Montmeló es prácticamente igual al que le llevó hasta la quinta plaza en Australia.

'Desarrollo' es una de las palabras más pronunciadas ahora mismo en el entorno de la Fórmula 1. Metidos de lleno en la temporada europea, los equipos han comenzado a facturar una ingente cantidad de piezas para intentar mejorar el rendimiento de sus monoplazas, algo que ya vimos en Montmeló y durante los test disputados esta semana en el trazado barcelonés.

Tres semanas dan para mucho, y más si hablamos de trabajo y desarrollo en un Fórmula 1. Ese tiempo es el que han tenido todos los equipos para poner a punto sus coches y sus mejoras de cara al comienzo de la determinante temporada europea que tendrá lugar la próxima semana en Barcelona. Uno de las factorías que más humo ha echado durante estos días ha sido la de Red Bull en Milton Keynes. El margen que tienen que recuperar con los mejores es notable.

Felipe Nasr ha comentado que está preocupado porque Sauber no sea capaz de mejorar tanto como sus rivales para Barcelona y se puedan quedar retrasados. Sauber ha empezado la temporada con un gran rendimiento, de hecho, el propio Nasr pudo terminar quinto en Australia para seguir puntuando en China con un octavo puesto. Mientras que su compañero de equipo, Marcus Ericsson, también anotó puntos en las mismas carreras.

Después de mirar cómo uno de sus más grandes rivales se consolida como la segunda potencia solo por detrás de Mercedes, Williams trata de apurar el desarrollo de su FW37. El equipo de Grove ha caído detrás de Ferrari tras el gran inicio de los italianos. Ahora, su director técnico, Rob Smedley avisa de que la escudería está en riesgo de quedar a la deriva en el centro de la parrilla.  

Su mejor piloto siguiendo lo que sucede en Melbourne por la televisión de su casa, el que le sustituye estampando el MP4-30 contra un muro a la primera de cambio en los segundos entrenamientos libres, el que queda siendo solo capaz de superar en tiempos a los que no han podido apenas rodar… ¿Queda alguna mala noticia más de la que informar con el nombre de McLaren? Pues, por desgracia sí.

Una gran incógnita antes de que empieze la temporada 2015 es cómo gestionarán los fabricantes de la F1 el desarrollo de las unidades de potencia. A priori, Mercedes, Ferrari, Renault y el recién llegado Honda, estaban obligados a congelar sus respectivas especificaciones para 2015 antes de llegar a Melbourne, pero después de que encontrar una laguna en el reglamento y acorralar a la FIA tienen libertad para desarrollar una parte de sus motores.

Uno de los temas más polémicos de este invierno ha sido la normativa de los motores y la supuesta descongelación de los mismos. En un principio, los motores de cada fabricante no se podían modificar esta temporada pero, tras encontrar una laguna reglamentaria, la FIA decidió abrir la puerta y permitir a Mercedes, Renault y Ferrari modificar el 48% de la unidad de potencia. 

Desde que la FIA decidiera involucrar a todos los motoristas en su guerra por el desarrollo de la unidad de potencia con Honda, las estrategias han superado los límites del asfalto para llegar a las fábricas. Como saben, la posibilidad de evolución de los japoneses vendrá marcada por lo que hagan Mercedes, Ferrari y Renault, sus rivales. La media de aquellas partes del propulsor ('tokens') que dejen sin tocar en la primera carrera del año, será lo que puedan mejorar.

Después de muchas presiones y reuniones por cambiar algo que consideraban a todas luces injusto, McLaren y Honda lo han conseguido: podrán trabajar en su unidad de potencia durante toda la temporada como el resto de los motoristas.